domingo, 29 de agosto de 2010

Cucarachas picantes y cosas por el estilo

Las cuentas no cierran. Si todos comieran tanta carne como nosotros el planeta estaría en el horno. En comparación con otros alimentos, cada kilo de carne requiere mucho forraje y genera mucha emisión de dióxido de carbono. Así lo entiende la empresa Croqui Croqui y de ahí viene su novedosa aparición en el mercado local. Una apuesta brava, que su presidente Efraín López reafirma diciendo: "no nos podemos quedar papando moscas al pedo, sin hacer nada con eso".
Atentos a la opinión cada vez más mayoritaria de que los seres humanos debemos diversificar nuestra dieta, Croqui Croqui plantea implantar en nuestro país algo que hace el 80 por ciento de la humanidad, según datos recientes de la ONU: comer insectos.
La propuesta es lanzar una nueva línea de alimentos basada en insectos presentes en nuestro territorio, o sea en la actual República Oriental del Uruguay, otrora conocida como Banda Oriental, Provincia Cisplatina, Estado Oriental o Culo del Mundo.
Según estimó López, estará en las gondolas de los supermercados locales a fines de setiembre. "Con el lanzamiento de Croqui Croqui, nos proponemos incorporar los insectos a la dieta uruguaya", contó López en exclusiva. Para esto se prevé lanzar en las próximas semanas una honerosa campaña en diversos medios, que se traducirá en una fuerte presencia en televisión, prensa escrita, radio, publicidad estática del Parque Fossa e imitadores de Fosforito por las calles flechadas hacia el Norte (o sea de la Rambla hacia 18 de Julio).
El nombre de la empresa -Croqui Croqui- da una clara idea de por dónde se piensa atacar al mercado local. Según López, "teniendo en cuenta la experiencia de otros países latinoamericanos y asiáticos, donde el consumo de insectos es bastante habitual, pretendemos comenzar desarrollando una línea de productos alimenticios basados en insectos crocantes, tipo snack"*.
Su presentación sería en pequeño formato. En un principio se distribuirá como obsequio junto a otros snack y productos aperitivos. Por ejemplo, con la compra de una bolsa de maní se regala un paquetito con cucarachas fritas picantes al ají. O junto a una lata de hongos al escabeche, un envase con hormigas saltadas con coco rebosado en aceite de oliva.
La variedad será amplia. Algunos ejemplos son: arañas pollito fritas, gusanos inflados sabor roquefort, lombrices a la vinagreta, libélulas saltadas en salsa de soja, escarabajos 1600, y grillo al penillo (le tienen una fe bárbara a la rima).
"Sabemos que hay una barrera grande a nivel gastronómico cultural, pero estamos dispuestos a dar la batalla para que la gente sepa que los insectos tienen muchas proteínas; que son un alimento tradicional en otros sitios y que van formar parte de la dieta de todos en el futuro cercano", comentó Efraín López.
La agencia publicitaria que se hará cargo de la campaña de difusión está considerando distintas posibilidades de quién lleve adelante la campaña. En principio hay un pre-acuerdo con el Sapo Ruperto, aunque falta cerrar la parte económica. De no tener buen fin las negociaciones, la campaña podría tener algunos deportistas como caras visibles. Uno sería el basquetbolista Juan "Sapo" Rovira, mientras que por el lado del fútbol estarán Gustavo "Grillo" Biscayzacú y el ya retirado Antonio "Hormiga" Alzamendi.
Una vez el mercado se haya acostumbrado a esta línea de productos, los directivos de Croqui Croqui tienen pensado lanzar variedades dulces. Entre estás ya hay varias definidas: garrapiñada de tábanos, chinches caramelizadas, pasas de cucaracha voladora gratinadas en chocolate y pororó de piojos selectamente escogidos.


(*) Snack: Todas las porquerías artificiales, sabrosas, saladas y perniciosas que suelen comerse los domingos al mediodía previo a la ingesta principal.

lunes, 16 de agosto de 2010

Diez razones por las que el lehmeyún se va a comer a la pizza en dos panes

Cada vez es más notorio el aumento del consumo de lehmeyún entre los orientales. Algo similar ya nos había pasado con las hamburguesas en los carritos y con el pororó en los cines. Así que no es de extrañar que dentro de un tiempo el lehmeyún supere a la pizza entre la preferencia de los connacionales. Tal vez ese sea su siguiente paso, luego de dejar de ser una comida exótica y convertirse en un producto casi infaltable en bares y piringuindines varios. He aquí 10 razones que avalan este cambio.

1- Tiene carne. En esto no hay pizza que se le comparé, por más buena que esté la salsa. Al uruguayo le gusta la carne. Punto y pelota. Además también se le puede poner muzzarella.

2- Masa fina y crocante. La masa del lehmeyún puede ser más o menos gruesa, pero nunca va a suceder con ella lo que pasa con algunas pizzas y fainás que se pueden degustar por ahí. Es imposible que a uno le toque un lehmeyún tan odioso como un fainá grueso sacado de mitad del tacho, cuando uno gil como siempre se olvida pedir de orillo.

3- Picante y con limón. Para los muchos que gustan de cosas picantes o echarle limón a todo, el lehmeyún es una bendición que se agradece con una devoción cuasi religiosa.

4- Bajo precio. En materia de precios al consumidor compite de igual a igual -diría Omar Gutiérrez- con la pizza, el fainá, el chorizo al pan y la hamburguesa con dos sabores. El rico lehmeyún está al alcance de la clase media uruguaya, lo que no es poca cosa.

5- Aceptación popular. La gente los pide cada vez más. Ante esto, no hay con qué darle. Al paladar del pueblo le gusta este plato de procedencia armenia. No se puede decir lo mismo de otros productos extranjeros que no cuajaron en el gusto nacional, como ser los malvaviscos, la Tab, el sushi, el vino con sandía, el refuerzo de tortilla de papa o la polenta con pajarito.

6*- Se puede acompañar con casi cualquier bebida. Lo más común suele ser con cerveza, refresco o vino tinto, pero también se lo puede degustar con agua (en sus variantes con y sin gas), jugos frutales, leche achocolatada, caipirinha y licor de huevo. Es más, con un leve roceado de vodka más un chupito de tequila queda de maravilla.

7- Fast food**. Sale tan o más rápido que el más veloz de los platos o comidas que se pueda pedir en cualquier sitio. Esto no es menor, sabido que en algunos lugares los mozos suelen tardar un buen rato en volver con lo solicitado.

8- Viene congelado. Otro puntazo. Lo que viene congelado y se come por obra de un simple calentamiento en el microondas le saca varios cuerpos de ventaja a cualquier otro alimento.

9- Apoyo colectivo. No hay que ignorar que el lehmeyún cuenta con grandes capitales que aportan para su notable inserción en el mercado gastronómico local. Entre estos se cuentan los hermanos Rupenián, el deté Sergio Markarián y el recordado lateral papal Murad Dejellatián.

10- La pizza en dos panes tiene que ser horrible.

(*) 6: Lindo número el seis. Es el que usaba Paolo Montero en una época. Además tiene forma de muchas cosas, aunque esto depende del 6 en cuestión. Puede ser el rulo de Clark Kent o los restos de un espiral matamoscas, por ejemplo.

(**) Fast food: Literalmente "Comida Rápida". Es similar a aquello de "comida al paso", aunque suele tener cierta connotación negativa, asociada a tratarse de un alimento insano. En el caso del lemehyún, habría que estudiarlo, así que por ahora está libre de pena.

domingo, 8 de agosto de 2010

La Barbie que faltaba

La primera muñeca Barbie apareció en 1959. Llevaba el nombre de Barbara Millicent Roberts. Luego vinieron muchas más. A medida que los tiempos cambiaban fueron apareciendo nuevas versiones. Con tez oscura, con ojos más rasgados, con otras proporciones físicas, rasgos caucásicos o africanos, por ejemplo.
Con el paso del tiempo las muñecas Barbie fueron cubriendo una amplia gama de posibilidades. Estaba la vestida de rosado y con zapatitos, estilo Cenicienta podría decirse. La primera había sido con malla negra y blanca. Luego las hubo con minifalda, vaquero, bikini, botas largas tipo Xuxa -o Nano Folle-, vestida de novia, bailarina de ballet o con vestimenta informal.
También fueron surgiendo Barbies con distintas ocupaciones. Desde la actriz hasta la veterinaria, pasando -entre muchas otras- por la astronauta, la humanista, la policía, la empresaria, la mucama, la guitarrista de rock y la ingeniera informática. Como aún no alcanzaba incluso aparecieron las ediciones especiales: plata, oro y platino (como los discos que amontona Jaime Roos en su casa).
Visto que sólo con Barbie no alcanzaba, ya en 1961 apareció Ken Carson, su novio buen mozo con pinta de estudiante universitario gringo de esos que salen en las series televisivas que emite nuestra venerable televisión nacional.
Ken fue el comienzo de un camino que señalaba la necesidad de ampliar la variedad tanto como el mercado demandara. Agrandar la familia fue parte de la estrategia comercial de la firma yanqui creadora de la muñeca más famosa del mundo.
Esto hizo que aparecieran varias hermanas de Barbie. La más chica es Krissy, una bebé. Luego le siguen Kelly (2 a 4 años), Tutti (8 añitos), Stacy (anda por los 9) y Skipper (que puede tener entre 12 y 18*).
Sabido es que siempre hay lugar para una novedad, mucho más si tenemos en cuenta cómo funciona esto de la mercadotecnia, la invención de necesidades y la venta en cómodas cuotas. Así que días atrás -consciente de que se viene el Día del Niño en el apetecible mercado uruguayo- la empresa paridora de la archiconocida muñeca lanzó en Nueva York su última versión: Barbie Traviesa.
La particularidad de esta muñeca es que representa un típico travesti esquinero, de esos que pueden verse en casi cualquier ciudad que se precie de tal. Por ahora sólo se sabe que la primera Barbie Traviesa vendrá vestida de minifalda negra y blusa roja escotada, un kit de pelucas intercambiables, algunos injertos de silicona y pronunciará diferentes frases dependiendo del lugar del cuerpo que se le presione.
Con este nuevo producto la empresa pretende ofrecer una muñeca que amplíe los compradores potenciales, puesto que puede ser obsequiada tanto a una niña como a un varón. Además va de la mano con los tiempos que corren: nada de discriminar minorías sexuales.
Se espera para los próximos días que arribe al puerto montevideano el primer contenedor de Barbie Traviesa. Para el lanzamiento en Uruguay se realizará un evento que tendrá como invitados especiales a Naná, Kanela, Abigail, Zulma Lobato y Ricky Martin. Los organizadores no descartan que a último momento confirme su arribo el futbolista portugués Cristiano Ronaldo.


(*) Por las dudas antes de comprar pregunte, no sea cosa que se mande "la gran Ribéry"**.
(**) Ribéry, Franck: futbolista del seleccionado francés que se hizo conocido mundialmente porque se olvidó de pedirle la cédula de identidad a una dama de compañía.

lunes, 2 de agosto de 2010

"Vine porque me llamaron"

Como siempre esta página tratando temas de actualidad y realizando grandes esfuerzos de producción. Hoy les traemos una nota que los va a dejar helados. Un personaje especialísimo. Un huraño que difícilmente da notas de prensa. Con ustedes y ustedas, la estación más fría del año.

Hola, señor Invierno. ¿Por qué no se va un poquito a la mierda?
¡Eeeepaa! Más respeto. Le doy una nota exclusiva y mire cómo me trata.

Perdón. No quiero que malinterprete mis palabras, ¿pero acaso no siente que está un poco de más por estos lares?
Yo vine porque me llamaron, así que arréglense entre ustedes.

¿Podría decirnos quién lo llamó?
Eso es secreto profesional. Las cuatro estaciones tenemos un código deontológico que nos impide revelar ese tipo de información, pero siendo un poco inteligente no es difícil suponer quiénes pueden tener ganas o necesidad de que yo ahora esté entre ustedes.

¿Las empresas de sopa crema, tal vez?
No puedo decir nada.

¿La mafia de la garrapiñada calentita la garrapiñada?
No me busque. Ya le dije que no puedo decir nada.

¿Va a todos los sitios donde lo llaman?
No. Muchas veces me han ofrecido para hacer de striper en alguna despedida de solteras, o para hacer publicidad de estufas a cuarzo, pero siempre me he negado. La verdad es que soy bastante conservador. Tengo una rutina que suelo respetarla casi a rajatabla. Últimamente, como los años me pesan, vengo un poco tarde, pero eso es muy de ustedes los uruguayos, o sea que calculo que no les molesta demasiado. Yo cumplo con lo mío, que es lo que importa.

Tenemos entendido que todo el año está de gira. Si no está acá, está en otro lado y siempre así. ¿Cuando descansa entonces?
Nunca me tomo todas las vacaciones juntas. Voy mechando. El veranillo de San Juan son unas pequeñas vacaciones que me tomo permito cada año. Es eso y alguna que otra escapada de fin de semana largo, pero como me gusta lo que hago no me quema la cabeza trabajar tanto.

¿Nunca le piden que traiga nieve?
Muy poco. Algún que otro gurí chico, pero sin el permiso de los padres no puedo, o sea que nunca me dejan.

¿Le gustaría?
Es complicado traer nieve hasta acá. Lo hice alguna vez como novelería, pero prefiero que no.

¿Qué le diría a quienes no lo quieren mucho?
Que se jodan. No puedo conformar a todos. Ya le dije. Si no quieren que venga más me avisan y no hay ningún problema. Pero después que no los quiero ver llorando por los rincones hablando mal del cambio climático, que inviernos eran los de antes y patatín patatán.

¿Le molestan las críticas?
No. Todos somos libres de opinar. A mí me llaman y vengo. Mientras estén los billetitos no les voy a fallar.

¿Cómo ve su futuro con esto del cambio climático?
He pasado por mucha cosa en mi vida. Épocas mejores y de las otras. De todas formas les sugiero que no se preocupen por mí, preocupense por ustedes que están bastante más en el horno.

¿Cómo se lleva con el resto de las estaciones?
Bien, aunque no nos vemos mucho. Ahora por suerte nos estamos cruzando más que antes, pero generalmente no tenemos tiempo para compartir. Nos manejamos mucho por mensajes de texto.

¿Con cuál se lleva mejor?
Con el otoño, sin ninguna duda. Somos muy compinches. Lo tengo de número amigo en mi celular. Es buena gente, muy humilde. Los otros se la tienen más creída.

¿Hasta cuando lo tendremos por acá?
Depende. Tengo varias ofertar para continuar la gira, pero no tengo confirmada ninguna fecha. Si pagan bien aguanto un cacho más; sino sigo viaje. Por la plata baila el mono, dicen. En este caso yo vengo a ser el mono... y no me preocupa en absoluto.