sábado, 25 de febrero de 2012

Pobre tipo


Que empieza los incendios en verano por no apagar bien el fuego del asado. Que rompe los vidrios de las escuelas a pedradas en invierno. Que mea en la piscina. Que escupe en el ómnibus. Que habla con el conductor. Que tira de la trenza a las niñas en la fila de la escuela. Que le toca el culo a las muchachas en el desfile de Llamadas. Que estira el vino tinto con agua. Que pasa conejo por liebre. Que no respeta el minuto de silencio cuando va al estadio. Que no le da el asiento a las embarazadas. Que habla por teléfono en el cine y encima de la cabeza se deja puesto el sombrero. Que hace trampa al solitario. Que tiene las cartas marcadas. Que te caga con el cambio. Que borra con el codo lo que escribe con la mano. Que toca el tambor a la hora de la siesta. Que bebe cuando maneja. Que vende espejitos de colores. Que tira el rollo de papel higiénico en el inodoro de los bares. Que tira las bolsas de nailon al fuego. Que le habla mal a sus mayores. Que entra al cuarto oscuro y vota como el culo. Que se saca los mocos. Que no se lava las manos antes de hacer la masa de las tortas fritas. Que es racista, antisemita y homofóbico. Que no canta el himno. Que se droga. Que se burla de los niños que usan lentes. Que tira el aceite usado por la pileta. Que escribe el teléfono de sus amigos en la puerta del baño de hombres haciendo referencia a gustos que no tienen. Que le mete los cuernos a su señora esposa. Que tira la yerba en cualquier lado. Que es un desagradecido. Que es un desalmado. Que come con la boca abierta. Que sacude la toalla en la playa cuando hay mucho viento. Que no apaga el celular en el teatro. Que a los ravioles de pollo les pone cualquier cosa menos pollo. Que no respeta los semáforos. Que no cruza en las esquinas. Que se caga en la palabra dada. Que vende yogur vencido. Que si te ha visto no se acuerda. Que se cuela en el ómnibus. Que tira la comida. Que no da plata para el judas. Que en los bailes le mete cosas en la bebida a las muchachas. Que mira las señas en el truco. Que si te distraes te cambia la muestra. Que se hace el péndex y es un veterano. Que le saca la efervescencia a la Coca. Que no usa forro. Que le das la espalda y te clava un puñal. Que boquilla y después no aguanta. Que le da de comer a los animales en el zoológico. Que es capaz de vender a la madre. Que coimea y se deja coimear. Que es un trepador nato. Que llegó a donde llegó todos sabemos cómo. Que siempre que parte y reparte se queda con la mejor parte.
Pero no. Pobre tipo. Nunca tiene nada que ver, pero siempre lo acusan de todo. Sin comerla ni beberla es el cartón ligador. Abonado a todas las culpas. Señalado por todos los dedos índices. Inculpado de cuanta cagada haya en la vuelta aunque nunca se haya demostrado que tenga relación con nada de eso.
Y todo por su apariencia. Todo por esa pinta de jugar bien al ping pong y ser bueno en los saltos ornamentales. Todo por esos ojos rasgados. Pobre chino expiatorio.

jueves, 16 de febrero de 2012

Otra copa para casita


El deporte uruguayo vuelve a estar de parabienes. Tiene un nuevo campeón. Jonathan Pereira se consagró como el mejor ringrajista de Sudamérica y clasificó al Mundial que se disputará en setiembre próximo en Singapur.
Apenas bajado del avión que lo trajo desde Lima, ciudad sede del torneo continental, conversó con este humilde pero prestigioso medio que usted tiene frente a sus narices.

¿Desde cuándo practica el ring raje?
Desde que tengo memoria. A los cuatro o cinco años ya estaba jugando en la cuadra de casa, en pleno Barrio Sur.

¿Qué le atraía?
Las niñas.

¿Del ring raje me refiero?
Ah... Siempre me gustaron los deportes urbanos extremos. Todos. Sin duda este era un de mis preferidos, pero siempre me gustó asustar viejas enclenques, cascotear perros, bajar palomas a hondazos o jugar al elástico con las nenas.

¿Cuándo se decidió por el ring raje?
En la adolescencia, cuando vi que tenía un don especial para esto. Nunca me agarraban. Era una mezcla de Speddy González, el Hombre Invisible y Daniel El Travieso en versión infantojuvenil montevideano. De hecho mi especialidad era pegar los timbres con cinta pato para que sigan sonando y cubrir la retirada meta chumbitos de cable.

Hablando un poco del torneo, ¿se encontró con el nivel esperado?
Para nada. No pensaba ganar. Solo iba a divertirme un poco y conocer Lima. Ahí vive un primo muy fiestero, así que tenía alojamiento gratis y joda asegurada. 

¿Cuál fue la marca que obtuvo para lograr el título?
Toqué 58 timbres sin que me descubrieran. Fue récord nacional y sudamericano.

¿Qué pasó en el timbre número 59?
Me distraje viendo una voluptuosa incaica y me embocaron de atrás con una botella de cerveza. Por suerte me pegó en el antebrazo y no pasó nada.

¿Es riesgoso el ring raje?
Sí. Como muestra basta lo que le sucedió al representante brasileño, que tropezó con unas baldosas que faltaban, trastabilló y le llenaron el lomo de perdigones. Quedó durito en el piso.

¿Cómo es Lima para hacer ring raje?
Nada del otro mundo.

Eso es obvio.
Quiero decir que no es una ciudad que tenga nada en particular. Tampoco me disgusta, como sí ocurre con Santiago de Chile -donde te mata el smog- y con La Paz.

¿Por el tema de la altura?
No. Es que a mí me tira más Las Piedras. Mi familia es de ahí.

Ahora toca prepararse para el Mundial de Singapur.
Sin duda. De acá a setiembre tengo que darle duro porque va a ser muy difícil. Los asiáticos tienen fama de ser muy buenos en ring raje. Sobre todo los chinos que son tantos que simplemente por aquello de la selección natural siempre tienen alguno que más o menos encara.

¿Qué se necesita para ser un buen ringrajista?
Vocación y mucho entrenamiento. Yo le dedico un par de horas todos los días. Eso sí, voy rotando los barrios para no molestar siempre a los mismos vecinos.

¿Eso es deporte con responsabilidad social?
Eso es que hace tres o cuatro años en una cuadra me tenían recontra junado porque de vez en cuando entrenaba ahí. Una tarde me esperaron, me agarraron entre varios y me dieron como para tabaco y hojillas.

sábado, 11 de febrero de 2012

Utilizarán escombros del Cilindro para tapar baches


En el día de ayer la intendenta montevideana Ana Olivera informó que los restos del Cilindro Municipal serán utilizados para tapar los baches de las calles de la capital. El anuncio derivó en cuestionamientos de la oposición y del sindicato de recicladores.

Si bien el proceso de licitación internacional para construir en dicho predio un polideportivo con centro de convenciones, recinto ferial y sereno todas las noches todavía está en la fase de presentación de propuestas, la intendenta Ana Olivera dijo ayer refiriéndose a los escombros del viejo Cilindro: “ya que los tenemos vamos a utilizarlos en algo productivo; lo que se nos ocurre mejor es tapar algún que otro pozo que hay en las calles de la ciudad”.
Como es de público conocimiento el Cilindro Municipal -principal estadio cerrado del país- en la madrugada del 21 de octubre de 2010 sufrió un incendio y posterior derrumbe de su techo que lo dejó bastante parecido al Coliseo Romano.
Consultada sobre el volumen de escombros disponibles la jefa municipal manifestó que “eso va a depender de la propuesta ganadora, porque capaz que su idea es dejar en pie parte de la pared del viejo Cilindro”. A su vez agregó que “no podemos desprendernos así como así, como por arte de magia, de la noche a la mañana, del patrimonio edilicio de Montevideo. De todas formas lo es seguro es que tenemos escombros como para llenar algún que otro camioncito”.
El edil colorado Flavio Beltrán manifestó su discrepancia con el destino final que se pretende dar a los restos del Cilindro Municipal y  planteó dos usos alternativos posibles. “Creo que debemos orientar su utilidad hacia el turismo. Una idea es aumentar la superficie de la Isla de las Gaviotas y hacer ahí una playa nudista. Sino pueden servir para darle un poco más de altura a las Canteras del Parque Rodó, así quedan parecidas al cerro San Antonio de Piriápolis, que queda tan lindo y tiene unos cositos para subir y bajar que son una monada”.
La revelación hecha por Olivera también provocó la respuesta de la UCRUS, el gremio de los clasificadores de residuos. Su presidente Walter Rodríguez dijo a este medio que “esperamos que no nos dejen afuera del negocio. Hay mucha plata en juego en el traslado de esos escombros. De hecho nosotros ya habíamos apalabrado con Damiani usarlos de relleno para el terreno del estadio de Peñarol”.
En caso que exista sobrante de escombros tanto el Ministerio de Transporte y Obras Públicas como varias intendencias del Interior demostraron interés en disponer de los mismos para tapar los cráteres que dejan en diversas rutas nacionales los camiones que llevan madera a UPM, más conocida todavía como Botnia.
De todas formas a pesar de las opiniones discordantes la intendencia capitalina mantiene su postura de utilizar los restos del Cilindro para lo que ayer comunicó Ana Olivera. “Primero vamos a tapar baches y si sobra algo -que no creo- después veremos qué destino le damos”, reafirmó Roxana Mattos, directora de Vialidad de la intendencia capitalina.

miércoles, 1 de febrero de 2012

¿Quién anda ahí?



-¿Quién anda ahí?
-Los chorros.
-¿Qué quieren?
-Plata. Y joyas si las hubiera.
-¡Váyanse o llamo a la policía!
-No es necesario.
-¡Para ustedes no será necesario!
-No. Los botones ya saben que estamos acá. De hecho coordinamos con ellos antes de venir.
-¿Cómo?
-Por mensaje de texto.
-No les creo.
-Vamos 50 y 50. Pregúntele al agente Fagúndez cuando venga en un rato. Pero no le cuente que les dijimos “botones” porque se calientan. Ellos prefieren eso de “agentes del orden”.
-Mentira. No le creo nada. ¡Váyanse o llamo a la seccional más próxima!
-Se va a gastar el dedo y encima no la van a atender. Hágame caso. No se complique al pedo.
-¡Váyanse!
-Señora: vamos a hacerlo fácil. No nos gusta hacer cosas que no nos gustan.
-A nadie le gusta eso.
-Tiene usted razón. Mi finada madre siempre decía: no le hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan a vos.
-¡Y usted viene y me roba! ¿Acaso le gustaría que yo le haga eso?
-No desviemos el tema, señora. Nosotros no queremos hacerle ningún daño, se lo prometo.
-¿Está seguro?
-Bueno… Daño moral y perjuicio económico sin duda le vamos a causar, pero solo eso. Nada de hematomas, contusiones o daños físicos irreparables.
-De acuerdo. ¿Les doy lo que tengo y se van?
-¿Cuánto tiene?
-58. Cumplo 59 en noviembre.
-No se haga la graciosa. ¿Qué es lo que tiene?
-Tengo la camisa negra, porque negra tengo el alma.
-¡Señoraaaaa! Se está sorteando una piña con posterior golpiza y tiene varios números. Por favor. Dénos todo lo que tenga y nos vamos.
-¿Cómo sé que después no van a abusar de mí o que no me van a matar incluso?
-Tiene que confiar en nosotros.
-Pero si son chorros. ¿No es medio contradictorio lo que me está pidiendo?
-En el fondo todos somos gente. No nos gusta faltar a nuestra palabra. Simplemente nos llevamos mal con las 8 horas, por eso hacemos esto. Le estamos pidiendo de buena manera el dinero y las joyas que tenga. No dé más vueltas. Apúrese.
-Claro, como a los señoritos no les gusta levantarse temprano a laburar vienen y roban a una humilde trabajadora. ¿Es mucho más fácil eso, no?
-Señora, nosotros podemos ir varios años presos por esta gracia. Por copamiento te encajan como 10 pirulos.
-¿Por qué no van a robar a los ricos? ¿O a un banco?
-Esa es una discusión que nos debemos en la interna, pero por ahora estamos en esto. Quién le dice que más adelante no sigamos su consejo, pero el tema es que para eso se requiere otra preparación, otra infraestructura, mayor experiencia. Y los riesgos también son mayores.
-Pero la ganancia lo compensa. Acá solo tengo un par de anillos de oro de cuando me casé y 130 dólares de ahorro… Más lo que haya en el monedero.
-Algo es algo, señora. Ya tendrá más la próxima vez. Hay que tenerse fe. Uno tiene que mirar el futuro y decir: me voy a ir para arriba como pedo de buzo.
-¡UUUhhhh! ¡Es viejo, eso!
-Bueno. Basta de dilatorias. La money que nos vamos, doña.
-Está bien… Pero no me hagan nada…
-Señora, usted podría ser mi madre. Y a mi madre no la toco ni con un palo.
-¿No me dijo que estaba muerta?
-Por eso. Está en el jonca. Con un palo no la toco. ¿O miento?
-Bueno, tomen mis objetos de valor, mi dinero y arranquen por la tangente.
-¿Esa es la calle que corta?
-No precisamente.
-No importa. Afuera hay un compinche esperando para rajar en auto, él sabe bien por dónde hay que ir. ¡Déme la guita de una vez!
-Tome… Tome… No se ponga nervioso.
-Así está mejor. Muchas gracias señora. Ha sido usted muy amable.
-Gracias por no violarme.
-De nada, doña. Chaucito.
-Ceausescu.