jueves, 16 de febrero de 2012

Otra copa para casita


El deporte uruguayo vuelve a estar de parabienes. Tiene un nuevo campeón. Jonathan Pereira se consagró como el mejor ringrajista de Sudamérica y clasificó al Mundial que se disputará en setiembre próximo en Singapur.
Apenas bajado del avión que lo trajo desde Lima, ciudad sede del torneo continental, conversó con este humilde pero prestigioso medio que usted tiene frente a sus narices.

¿Desde cuándo practica el ring raje?
Desde que tengo memoria. A los cuatro o cinco años ya estaba jugando en la cuadra de casa, en pleno Barrio Sur.

¿Qué le atraía?
Las niñas.

¿Del ring raje me refiero?
Ah... Siempre me gustaron los deportes urbanos extremos. Todos. Sin duda este era un de mis preferidos, pero siempre me gustó asustar viejas enclenques, cascotear perros, bajar palomas a hondazos o jugar al elástico con las nenas.

¿Cuándo se decidió por el ring raje?
En la adolescencia, cuando vi que tenía un don especial para esto. Nunca me agarraban. Era una mezcla de Speddy González, el Hombre Invisible y Daniel El Travieso en versión infantojuvenil montevideano. De hecho mi especialidad era pegar los timbres con cinta pato para que sigan sonando y cubrir la retirada meta chumbitos de cable.

Hablando un poco del torneo, ¿se encontró con el nivel esperado?
Para nada. No pensaba ganar. Solo iba a divertirme un poco y conocer Lima. Ahí vive un primo muy fiestero, así que tenía alojamiento gratis y joda asegurada. 

¿Cuál fue la marca que obtuvo para lograr el título?
Toqué 58 timbres sin que me descubrieran. Fue récord nacional y sudamericano.

¿Qué pasó en el timbre número 59?
Me distraje viendo una voluptuosa incaica y me embocaron de atrás con una botella de cerveza. Por suerte me pegó en el antebrazo y no pasó nada.

¿Es riesgoso el ring raje?
Sí. Como muestra basta lo que le sucedió al representante brasileño, que tropezó con unas baldosas que faltaban, trastabilló y le llenaron el lomo de perdigones. Quedó durito en el piso.

¿Cómo es Lima para hacer ring raje?
Nada del otro mundo.

Eso es obvio.
Quiero decir que no es una ciudad que tenga nada en particular. Tampoco me disgusta, como sí ocurre con Santiago de Chile -donde te mata el smog- y con La Paz.

¿Por el tema de la altura?
No. Es que a mí me tira más Las Piedras. Mi familia es de ahí.

Ahora toca prepararse para el Mundial de Singapur.
Sin duda. De acá a setiembre tengo que darle duro porque va a ser muy difícil. Los asiáticos tienen fama de ser muy buenos en ring raje. Sobre todo los chinos que son tantos que simplemente por aquello de la selección natural siempre tienen alguno que más o menos encara.

¿Qué se necesita para ser un buen ringrajista?
Vocación y mucho entrenamiento. Yo le dedico un par de horas todos los días. Eso sí, voy rotando los barrios para no molestar siempre a los mismos vecinos.

¿Eso es deporte con responsabilidad social?
Eso es que hace tres o cuatro años en una cuadra me tenían recontra junado porque de vez en cuando entrenaba ahí. Una tarde me esperaron, me agarraron entre varios y me dieron como para tabaco y hojillas.

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