miércoles, 26 de septiembre de 2012

Y el ganador es...


Otro uruguayo campeón del mundo. El pasado domingo Manuel Guillén se coronó como el mejor en doma mecánica de todo el planeta, en el torneo disputado en la ciudad mexicana de Jalisco. El lunes por la madrugada aterrizó en el aeropuerto de Carrasco. La mañana siguiente, todavía paspado, conversó con este pasquín que usted tiene entre manos.


-¿Así que campeón mundial en doma de toro mecánico?
-Tal cual. Eso dice la medalla al menos.
-¿Desde cuándo monta toro mecánico?
A eso de los siete pirulos aprox, si no me falla. La primera vez que vi uno supe que era lo mío. Para el fútbol era un chambón importante, así que tenía claro que por ahí no iba la cosa.
¿Para entonces le gustaban las domas?
Absolutamente. Mi viejo todos los años me llevaba a la Criolla del Prado porque siempre pasábamos Turismo en Montevideo, salvo una vez fuimos a acampar a El Pinar con unos tíos.
Me crié viendo domas y deseando que llegara Semana de Turismo. Eso sí, no soportaba ver cómo sufrían los caballos con cada golpe de espuela, rebenque o cuando se les colgaban de las crines.
-Mire usted.
Cuando vi algo equivalente a las domas pero sin el maltrato animal correspondiente, supe que eso era lo que siempre había deseado.
-¿Está en contra de las domas del Prado?
-Totalmente. De hecho estuve repartiendo unos volantes contra eso en la puerta del recinto ferial.
¿Dónde aprendió a montar toro mecánico?
Empecé acá en los parques infantiles itinerantes. Había uno que cada tanto andaba cerca de casa; en cuanto me enteraba arrancaba para ahí y lo hacía de goma. Mango que juntaba, mango que reventaba en el toro mecánico.
¿Era aguantador?
Le fui agarrando la mano de la misma manera que se le agarra la mano a hervir un huevo, a dónde hay poner el suavizante en una lavarropa o a saber sacar el asado a gusto del comensal.
¿Cómo continuó su preparación?
De adolescente siempre estaba al alpiste por si había algún toro mecánico en un pueblo cercano. Cuando me llegaba el dato certero agarraba una carpa y me iba todo el fin de semana a darle a la monta. Me escapaba de casa, porque mis viejos decían que era una reverenda boludez lo que hacía y que para gastar la guita en eso mejor la destinara a sustancias alucinógenas.
¿Y el salto a la práctica como disciplina deportiva?
Gracias a un mexicano que me vio montando en un parque de atracciones en Atlántida. Me comentó que en su país había competencias por plata y que sin duda me iría bien, así que allá fui.
¿Hay categorías?
Acá no, pero en México se compite en estilo libre, prendido a las mechas y entequilado.
¿Qué tal el nivel del torneo?
Maso. Éramos cuatro o cinco mexicanos, un par de yanquis, un ecuatoriano, un argentino y yo. Además hay tres federaciones distintas y están todos peleados.
¿O sea que la trascendencia del título es cuestionable?
No sé si tanto. Le diría que es comparable a los títulos de nuestras campeonas mundiales de boxeo.
Eso no ayuda mucho.
Al pan pan y Albino vino.
¿Cómo se compite?
Es bien simple. Gana el que aguanta más tiempo arriba del toro, que siempre lo maneja otro competidor o sea que la cosa es con saña pública y notoria. En mi caso me coroné luego de soportar estoicamente durante 5 horas 43 minutos y 15 segundos. Y me bajé porque me estaba meando, sino tiraba un poco más.
¿Y el segundo?
El ecuatoriano, que antes había hecho un tiempo de 5:42:17.
¿Se puede vivir de esto?
Se puede. Yo tengo un toro mecánico y unos juegos inflables que alquilo para fiestas infantiles y me va bárbaro. De paso aprovecho y practico ahí mismo. Por contrataciones, llamar al...
Perdone, pero esto no es un espacio publicitario y si lo fuera hay que ponerse.
Sorete.

martes, 25 de septiembre de 2012

Un vacío en el pecho


-¿Le pasa algo, amigo?
-¿Cómo se dio cuenta?
-Si con esa cara no le pasa nada, el parto debe haber sido traumático.
-Siento un vacío en el pecho.
-¿De marcapasos o de medalla olímpica?
-De carne.
-Explíquese.
-Siento que tengo en el pecho un pedazo de vacío de casi dos kilos de peso. 1.870 gramos según la etiqueta adhesiva.
-¿Y eso?
-Se llama lapicera. Sirve para sacar apuntes en el liceo, poner multas en la calle, sumar los gastos del mes, tachar algo mal escrito, firmar autógrafos, jugar a los ceritos y más cosas. Depende a lo que uno se dedique.
-Ya sé que eso es una lapicera. Le preguntaba por el vacío de carne.
-Gentileza del supermercado del barrio, aunque ellos no se enteraron del buen gesto que tuvieron conmigo.
-Se lo afanó entre las ropas aprovechando la abundancia de ellas en invierno.
-Muy astuto.
-Muy chorrito.
-Sí. Pero sea como sea no aguanto más el frío que me está metiendo el bife este en el cuerpo.
-Sáqueselo de encima que ya está a varias cuadras del lugar de los hechos. Nadie lo va a venir a buscar tan lejos.
-Nunca se sabe.
-Tiene razón. Mire lo que le pasó a Trotsky en su momento.
-O a Somoza sin ir más lejos.
-O al prócer Artigas.
-A ese lo fueron a buscar y no quiso venir.
-Distinto el caso del Nando Morena, que lo fueron a buscar y se vino.
-¿Y a Ansina?
-No consta en actas.
-Cebadores hay muchos, prócer uno solo.
-Cebador estratega, querrá decir.
-Como querer no quiero, pero si le hace feliz le doy el gusto.
-El gusto no sé, pero un pedazo de vacío podría ser.
-Hecho.
-Crudo igual me sirve, no quiero causarle molestias.
-Bueno, se lo doy crudo entonces.
-Se agradece el gesto.
-¿Tiene cuchillo, cuchilla, navaja, tijera, trincheta, viento gélido en la Escollera Sarandí o algún otro objeto cortante?
-Acá, no. Tengo en casa.
-¿Viento gélido de la Escollera?
-Eso no, pero todo lo otro sí. O sea que tiene para elegir a conciencia o utilizando el método de la monedita al aire.
-Si no tiene acá lo que podemos hacer es lo siguiente. Usted se compra un vinito de VCP para arriba, yo pelo unas papas, las meto al horno con la carne en cuestión, abro un paquete de maní pelado y lo espero a eso de las nueve.
-Buen plan. Me gusta la idea.
-Tráigase también papel y lápiz así hacemos unas partidas de tutti frutti.
-Pensé que le gustaba más jugar a los ceritos.
-¡Tiene razón! Lindo juego el de los ceritos.
-Pensar que hay giles que gastan tinta jugando al tatetí. Ellos se lo pierden.
-Si existe un juego al pedo ese es el tatetí.
-Usted lo ha dicho.
-Al pedo como esperar un peso de vuelto en el taxi.
-Al pedo como corbata en el ropero del presidente Mujica.
-Al pedo como whisky nacional en la casa del Cuqui.
-Al pedo como el Estadio de Alternativa Charrúa.
-Al pedo se lo corta con un vaso de leche.
-Corrijo. A la acidez.
-Usted lo ha dicho.
-¿A qué hora dijo?
-A eso de las nueve si le parece bien.
-Me parece.
-Me alegro.
-Me despido.
-Me marcho.
-Me paso por ahí a esa hora, entonces.
-No se olvide del vino. Sin la contraseña correcta no se abre la puerta.
-Usted juegue conmigo.
-Quedamos así, quedamos.
-¿Cómo?
-Así.
-Ahhh… sí.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Cata evolutiva de una botella de caña con butiá


Día uno
Como dijo Paul McCartney, siempre hay una primera vez. Acicateado por la bolsa de butiá que el amigo Osvaldo trajo de Rocha, acabo de comprar una botella de caña para preparar un buen beberaje mezcla de dicho alcohol y frutos de la palma butiá; producto ancestral (dentro de lo que se puede) de nuestra gastronomía local, preparación alcohólica de raigambre en el este del paisito, elixir básico del ser oriental, maceración clásica a nivel familiar, cosa para embuchar y para qué decir más.
Hoy es el día uno, como bien indican las negritas. Hoy corresponde la elaboración. Luego será tiempo de degustar el líquido manjar telúrico.

Día dos
La patrona dice que no, pero sí. Vamos a probar a ver qué tal. Para ver qué cambió en 24 horas. A manera de aventura. Además, vida hay una sola. Mmmm… Todavía le falta, para que mentir.

Día tres
Le sigue faltando, aunque un poquitititito menos. Hemos tomado cosas peores, acota telepáticamente el hígado más cercano.

Día cuatro
Le sigue faltando pero se le nota un qué se yo. ¿Cuántos días había dicho Osvaldo que hay que esperar?

Día cinco
Confirmado. Se puede beber sin riesgos, pero le falta para equipararse a una cosa que se pueda ofrecer a los amigos. Si ayer se dejaba beber, hoy un poco más.

Día seis
¿Era un mes o una semana? Extrañamente en estos días se ha evaporado más contenido del previsible. Cosa ‘e mandinga.

Día seis Segundo buche
¡Qué jugador que anduvo poco el Mandinga Percudani!
Tiene razón la patrona. Vamos a dejar algo para otro día. La milanesa & puré baja mejor con agua de la canilla que con caña.

Día siete
Le falta, pero tá. Alcanzar la perfección no es changa, así que no nos pongamos exigentes.

Día ocho
¿Cuánto había dicho Osvaldo? ¿Un mes, una semana o un rato y dale que es tarde? Eeehhhh…. Y dale que es tarde, creo que dijo.

Día ocho Buche dos (doble ración para disimular)
Dada la proximidad de la Fuente del Puma con los Palmares de Rocha, no se explica cómo la Salus no hace cerveza con un toque de caña con butiá. Habrá que investigar el asunto, porque ahí hay algo turbio.

Día ocho Buche tres (doble ración, es viernes)
Lo turbio es la caña con butiá, acota la patrona mientras guarda la botella en un lugar desconocido.

Día nueve
Ya se puede decir sin temor a equivocarse que se siente el gusto a butiá y que el contenido de la botella (recuperada) bajó más de lo previsto.

Día diez
La caña se va sin avisar. La patrona tiene razón, la botella debe estar perdiendo por algún lado. Yo opino que por abajo. Ella que por el pico.

Día eleven
Queda poco y nada. Algo de sabor tiene, para qué mentir. Capaz que Osvaldo había dicho un mes, pero donde manda capitán no manda marinero y si hay vamos a darle.

Día doce
Especie en peligro de extinción. Se siente el gusto a butiá bastante clarito.

Día doce Buches reiterados
Se van, se van los patos, los últimos charrúas se van, popotito y consentidas, línea maginot se va. Salud, pueblo oriental.

Día trece
Mala suerte. Yeta. Estaba rica la papa. No queda nada. Después de cuatro horas con la botella boca abajo solo cayeron unas gotas. Con más tiempo de reposo debe quedar mejor. Es lo que hay, valor. Como mucho queda chupar algún coquito de butiá.

Día trece Balance final
Se sugiere repetir la operación. Se pasa a votar. Moción aceptada por unanimidad. Se eleva solicitud de butiá al amigo Osvaldo. Se espera respuesta positiva. Más le vale.