sábado, 1 de diciembre de 2012

La misma forma de pasar a la posteridad


Continuamos hoy con la misma forma de pasar a la posteridad que repasamos la semana pasada. La de aquellos seres que permanecen en nuestro lenguaje cotidiano más allá de otros méritos que lo justifiquen o no. Nombres que por sonoridad o similitud logran perdurar entre los mortales, al menos por ahora.
Prosigamos entonces con el cauce previsto para la jornada, que habíamos dejado en un “ni Ayrton” bastante premonitorio. Si tiene un tocayo que se diga, pero hasta que no se demuestre lo contrario el reciente entrecomillado que se usa en sustitución del menos copado “ni ahí”, proviene de Ayrton Senna da Silva, campeón de Fórmula Uno en 3 ocasiones, archi-rival del francés Alain Prost como el gato Tom del ratón Jerry y que espichó allá por San Marino en 1994, muchos tiempo después de haber sabido triunfar en el Autódromo de El Pinar andando en kart.
Ya que estamos en el vecino país limítrofe del norte, vayamos al músico brasileño Antonio Bondeolli Pecci Filho es mucho más conocido por su apodo que por su nombre real.  Para ir aclarando desde chico le dicen Toquinho por obra y gracia de su señora madre. Mientras que por estas tierras, su nombre dio origen a la expresión “Estar toquiño”, por estar tocado, en referencia al alcohol. Es una de las etapas previas al pedo y más previa aún con respecto al pedo tísico.
De regreso al paisito, en estos tiempos de comida al paso bien al paso, la frase “Sale un Panchito Nolé” está difundida en algunos sectores de nuestra población.  Vaya a saber uno si este músico octogenario y por ahora contemporáneo tiene conocimiento del detalle: en vez de perdurar por el sonido de su música probablemente lo hará por su apodo de frankfurter. Pero bueno, algo es algo, otros ni eso y no se quejan.
Volvemos al panorama internacional. Llega el turno de Charles "Corky" Thatcher, un personaje televisivo que tenía síndrome de Down, al igual que el actor que lo interpretaba. La serie iba sobre los problemas cotidianos de la familia Thatcher, sin hacer ninguna referencia a una tía que vivía en las distantes islas británicas. Desde que se emitió en la televisión local la inventiva popular denomina como “Korky” a alguien medio corto de entendederas.
Ahora un centroamericano. O dos. Anastasio Somoza García y su hijo Anastasio Somoza Debayle. Tacho el padre y Tachito el hijo. Famoso dictador de Nicaragua el primero y el segundo también aunque menos. Familia golpista si las hay, ya que Luis Somoza –hijo y hermano respectivamente- también fue dictador. El origen de “tacho” igual “taxi” no tiene nada que ver con la referida familia, pero por extensión a veces se escucha ofrecer compartir un taxímetro a la voz de “sale un Tacho (o Tachito) Somoza”.
Por último, como orden quieren las cosas y hay que ir terminando, al despedirnos recordemos al último líder comunista rumano, Nicolae
Ceausescu, que terminó con algo de plomo en el cuerpo allá por 1989. Dicen los que dicen, que no necesariamente son los que saben, que cuando lo fueron a ejecutar solo alcanzó a apocopar su apellido y exhalando se lo escuchó decir “chau”. De ahí que en su honor, ahora, en ocasiones, para despedirse, la gente dice Ceausescu. 

jueves, 29 de noviembre de 2012

Una forma de pasar a la posteridad


Maneras de pasar a la posteridad hay muchas. Ser el primero en pisar la Luna. Hacerle un gol en la hora al América de Cali. Matar a John Lennon. Escribir Don Quijote de la Mancha. Cortarle el pene a tu marido. Tirarle un zapato a George Bush. Que bauticen una calle con tu nombre.
La enumeración puede ser tan extensa y variada como pudridora, así que por acá nos quedamos. Motivos hay miles. Unos más validos que otros. Unos más presentables que otros. Pero el resultado es similar: todas esas personas permanecen en el recuerdo del resto de sus congéneres.
Algunos nombres se pierden, también es cierto. Por ejemplo el del periodista iraquí que le tiró con sus zapatos al presidente yanqui nombrado anteriormente y le erró. Una verdadera pena.
Otras personas tienen la suerte de pasar a la posteridad gracias a su nombre. A su sonoridad, por ejemplo. O a su similitud con algún otro vocablo. Gente que si no fuera por el gran traste de tener el nombre que les tocó, nadie se acordaría de ellos o casi. Esa suerte les valió pasar a integrar el lenguaje cotidiano, lo que no es poco. Por mucho menos más de uno hubiera pagado varios billetes.
Incluso buena parte de quienes tienen esta suerte quizás nunca se enteraron de su suerte. Así que acá van varios ejemplos (por si de pudo pero se topan con esta página). Un listado inconcluso y antojadizo que seguramente podría continuar en sus ratos libres algún miembro honorario de la Academia Nacional de Letras y publicarlo en la revista correspondiente.
En una primera categoría que es la de hoy, en virtud de estar en un país tan futbolero como el del propio campeón de América, vamos a citar a varios futbolistas que no fueron citados por Tabárez. Vamos a citar un puñado de footballers players ya retirados, no sin antes pedir disculpas por el chiste previo que deja bastante que desear.
Primero dos rioplatenses que vienen de la mano: Ricardo Enrique Bochini y Walter Pelletti. Bochini… bocha. Peletti… pelado. Se entiende fácil el concepto. Además el propio Bochini era Bochini, así que la idea se reafirmaba en el portador del nombre.
Hagamos un paréntesis acá. Una pausa para referirnos a esa simpática manía –aunque en ocasiones malamente desgastada- de inventar apellidos con desinencia italiana. Vayan Trolombatti y Cornichelli como dos buenos ejemplos. Aunque también hay algunos verdaderos que se dejan usar, como Paganini –por pagar-, en ocasiones citándose a la firma local Paganini Rossi.
Volviendo al balompié, es decir al fóbal, también tenemos al expapal y exaurinegro Sergio Panzardo. Barbado, alto y flaco, contradictoriamente su apellido ahora sirve para referirse a las personas de prominente abdomen. Verbigracia para el caso, dicha de un mal amigo hacia otro pasadito de kilos: ¡Miren quién entró a la cancha! ¡Sergio Panzardo!
Un conocido tricolor que dicen que anda por los EEUU. El Chango José Luis Pintos Saldanha, cuyo apodo coincide con una forma despectiva de referirse a las mujeres que trabajan en la calle en formato empresa unipersonal de esquina o simplemente mujeres que no son muy agraciadas o incluso ambas cosas a la vez y ahí la tarifa debería ser menos aunque depende de la hora.
Después tenemos al extinto player colombiano Albeiro Palomo Usuriaga, por aquello de llamar paloma a quien a vista de todos es un perejil de proporciones, alguien medio quedi como se suele decir a veces.
También podemos citar aquí al camerunés Ciril Makanaky, que disputó el recordado partido inicial de Italia `90 cuando el sorprendente seleccionado africano –muchas gracias- venció 1 a 0 a la Argentina de Diego Armando. ¡Qué Makanaky! –dijo alguien- y desde entonces quedó la expresión susodicha.
Por último recordamos en este espacio a Osvaldo, oriundo del futbolístico terruño darsenero. Que no es nada del gaucho pantanoso Fabián aunque comparten el apellido. ¿Y qué Osvaldo va a ser? Obvio, Canobbio.
Y ta. La dejamos por acá. ¿Pero esto es todo? Ni ayrton, que conste.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Chimibirra


-¡Tengo una idea!
-Dale con fritas. Soy todo oídos.
-Cerveza con sabor a chimichurri.
-¿Perdón?
-Sí. Esa no puede fallar. Es innovadora a roletes. Es imposible que a alguien no le guste.
-¿Vos me estás jodiendo?
-Te estoy sacando de pobre. Te estoy liberando de tu patrón explotador. Estoy destruyendo la plusvalía que generás con tu sudor. Estoy comentando una posibilidad, por si cuadra.
-Cuando te decía de inventar algo para hacernos millonarios no estaba pensando en eso.
-No estabas pensando en nada, sino ya hubieras puesto manos a la obra. Te tiro la idea de la chimibirra porque creo que puede andar.
-¿Cerveza con gusto a chimichurri?
-Ideal para cualquier asado.
-¿Y si no estás en un asado? ¿Te imaginás a alguien en un boliche a las cinco de la mañana tomando cerveza con gusto a chimichurri?
-Entre otras cosas.
-No sé.
-Pensá que el chimichurri es rico, sano, natural, tiene arraigo social y un nombre muy simpático y pegadizo. Vas a ver que anda. Además después se puede ampliar la oferta generando más variedades. Cerveza con gusto a pororó para ir al cine, por ejemplo. En versión dulce y salado, a gusto del consumidor.
-Esa sí que no la veo. ¿Quién se va a aguantar toda una película sin ir a mear?
-A mí lo que más me preocupa es cómo aguantarse sin ejecutar un buen eruto.
-Eructo.
-Dejate de preciosismos. Eruto también vale.
-La otra es poner un negocio. Algo que funcione, cosa de no errar el bizcochazo.
-Ya sé. Congelados Walt Disney. ¿Qué tul?
-Me gusta, me gusta. No sé como se lo tomará la clientela, pero me gusta el punch del nombre.
-Fábrica de Pastas Los Ravioles de Forlán.
-Eso fue malísimo.
-Ensalada de fruta De cada pueblo un paisano.
-Mantenés la línea.
-Una cancha de padel. Ahora que no existe ninguna tendríamos todo el mercado para nosotros. Agarramos los interesados que pueda haber por ahí y los tenemos como público cautivo. Con un poco de suerte capaz que se vuelve a poner de moda, ahora que nos devolvieron el grado inversor y las vacas si no están gordas al menos se las ve bien alimentadas.
-No sé.
-Carnicería El Purgatorio Bovino.
-Tampoco.
-Tirá una idea vos, entonces.
-Jugarle a todas las combinaciones del 5 de Oro.
-Imposible e improductivo. Además no tenemos el capital inicial suficiente.
-¿De cuánto estamos hablando?
-Sacá cuentas.
-¿Con sabor a chimichurri? Puede andar.
-¡Y la cerveza de molleja con limón, ni te cuento!
-Chimibirra entonces.
-¡Esa, milanesa!
-¿Cómo la hacemos?
-Mucho misterio no puede tener. Compramos cerveza al por mayor y le encajamos chimichurri. Eso sí, después tenemos que meter abundante difusión en las redes sociales y conseguir alguna celebridad que le dé para adelante.
-¿Un Tinelli, por ejemplo?
-Alguien más identificado con la causa.
-¿Se te ocurre algún nombre?
-Lástima lo de El Sabalero.
-Totalmente.
-Sugerí vos.
-¿Y Daisy Tourné?
-La veo más para lo de los congelados.
-Puede ser. Si te parece lo seguimos pensando. Mientras tanto primero lo primero: yo compro la cerveza y vos  hacés el chimichurri.
-No se hable más.
-Como usted mande, compañero.

martes, 13 de noviembre de 2012

La desaparición de los guanacos


Costumbre que se ha perdido la de andar salivando a diestra y siniestra. Sobre todo para el lado que va el viento. Al punto que hoy en día el añejo letrero que en ocasiones todavía puede leerse apenas subir a un ómnibus, aquel de “Prohibido salivar y hablarle al conductor” es un absurdo al cuadrado. Primero porque ya nadie osa salivar el suelo de un medio de transporte colectivo [imagínese por un instante esa imagen, estimado lector, y comprenderá que es imposible] y segundo porque al conductor hay que hablarle sí o sí, para decirle si el boleto es céntrico, común, de una hora, de dos o alguna otra opción. Pero algo hay que decirle, sino el tipo se impacienta, la cosa se demora, el coso no arranca, los que están atrás putean y capaz que alguno se queda sin subir si el guarda arranca de golpe y sin miramientos hacia la acera donde podría observar si queda algún posible pasajero a nivel de sopi. O sea. Cartel doblemente absurdo, pues prohíbe dos cosas: una que nunca ocurre y otra que inevitablemente siempre se produce.
Costumbre que se ha perdido la de andar salivando a diestra y siniestra. Sobre todo después de comer algo que merece ser devuelto. No es que esté ni bien ni mal, porque eso es a gusto del escupidor y de su entorno más cercano. Esto es una simple constatación de hecho. Es una costumbre que cayó en desuso; como tomar leche con gofio, podar el arbolado público, dar el asiento a las viejas en el ómnibus, exigir el no pago de la deuda externa, escuchar radio de onda corta o ir a ver a un partido de Huracán Buceo.
Costumbre que se ha perdido la de andar salivando a diestra y siniestra. Sobre todo si uno está saliendo de una gripe y anda con la nariz todavía en reparaciones. Pensar que antes era tan pero tan común que alguien te gargajeara al lado… y ahora nada que ver. Nada por aquí, nada por allá. Si uno escucha un sonido de esa talla mira de forma desagradable, como diciendo dónde te crees que estás. En las casa este hábito ya no corre. En el ómnibus tampoco. La calle parecer ser el único ámbito aceptable donde aún persiste el salivazo. Ahhh… y en el básquetbol, que lo que tiene de proximidad lo tiene de escupitajos.
Costumbre que se ha perdido la de andar salivando a diestra y siniestra. Sobre todo a siniestra. Ahora como que se le tiene más consideración. Capaz que porque la siniestra no es tan siniestra. Capaz porque no es tan siniestra en el otro sentido. Vaya a saberse. El punto es que sí: quedan pocos salivadores. Pocos de los buenos, de aquellos que donde ponían el ojo ponían el pollo. Pero los hay. Duchos de la escupida, sea por lo distante o por lo precisa. Porque justo es reconocer que tienen su mérito, aunque ahora nos dé un poco de asquete. Es una habilidad aprendida y eso no hay por qué negarlo. Quedan menos guanacos todavía. Menos de esos seres humanos caracterizados por asemejarse más de lo deseado a ese conocido mamífero andino famoso por escupir precisamente a donde cuadre y cuando le cuadre.
Costumbre que se ha perdido la de andar salivando a diestra y siniestra. No así la de escupir para arriba, que todavía se ve bastante. Pero esto indudablemente es cosa del que lo hace. La libertad es libre. Allá él (o ella), que en caso de escupitajo hacia el cenit se arriesga a padecer el simple efecto de la ley de gravedad sin que nadie lo obligue. Lo que se dice al reverendo santo botón. Pero tá. Allá el.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Algunos problemas numéricos


Una tecla
La diéresis, por poner un caso bastante cercano.
Siempre se dice que los problemas hay que hablarlos, que poner en palabras las situaciones que nos complican es comenzar a solucionarlas, que si se comparte la malaria puede aparecer una vacuna, que mi abuelita tenía un biombo y no se lo prestaba a nadie.
La semana pasada un humilde servidor tuvo que andar con vueltas por incapacidad de escribir el gentilicio de los habitantes del país centroamericano ubicado entre Honduras y Costa Rica, cuya capital es algo así como una cachimba*. La cuestión es que todavía reina cierta ignorancia referida al teclado de la computadora, por lo tanto ni idea de dónde están la diéresis y algún otro símbolo gráfico que cada tanto se precisa, como la o chiquita y elevada que se usa para abreviar primero de mayo o la c con virgulilla que se usa para no poner barca cuando se pretende que suene barza en referencia al conocido equipo catalán.
Digamos que por suerte diéresis no es como esdrújula que para ser un buen ejemplo es esdrújula, es decir que lleva tilde en la antepenúltima sílaba, que dicho sea de paso ambas palabras son esdrújulas, cómo árboles, Bélgica y tábano, pongámosle.

Multitud de dos
Días atrás la policía informó que tiene casi cercado a un enfermito conocido como “el corrector del patito faltante”. Extraoficialmente se sospecha que podría tratarse de un  individuo que cobró notoriedad pública (otra esdrújula) por su aparición en una serie de comerciales televisivos de una empresa estatal. Su delito: grafitear a troche y moche colocando un número 2 delante de cada teléfono que todavía insiste con ser de siete dígitos. Su pena: no haber terminado la tarea. Una sugerencia: presentar un proyecto a Fondos Concursables o Presupuesto Participativo para que esta tarea cívica sea legal y remunerada.

Cuatro es bastante
Mensaje emitido por un altoparlante en el barrio porteño de la Boca: “Atención Señor Falcioni. Atención Señor Falcioni. Presentarse en recepción. La Conmebol quiere otorgarle una medalla al mérito en reconocimiento a su perseverancia infructuosa”.

Diez son demasiados
“Acá no. Acá no. Acá no. Acá tampoco. ¿Acá tampoco? Mierda. Acá no. Acá no. ¿Acá? No. Tampoco. Mierda. Acá no. Acá no. Acá no. Acá tampoco. ¿Acá? Acá. Y eso que ya había buscado. En fin. Más vale tarde que nunca.”
            Anónimo

El que busca, encuentra.
            E.G.L.

Si algo tiene el invierno son bolsillos. Muchos. Más de lo necesario. Más de los que cualquier mortal precisa para guardar cosas y luego buscarlas.
A medida que las prendas aumentan, las capas de ropa se superponen y los bolsillos se reproducen innecesariamente. Un ejemplo concreto. Cuatro bolsillos grandes y uno diminuto en el pantalón vaquero, más dos en el cangurito, más tres en la campera. Total: diez bolsillos. Situación: sube el inspector y empieza a pedir los boletos. Resultado: Se complica un partido fácil a una hora temprana.

Equis
¿Dinero erogado por todos debido al sueño de tener una aerolínea de bandera nacional? Equis. O equis al cuadrado. O vaya a saberse después de tantos años. Y seguramente todavía falta poner más.  Caramba, carambita, carambirulá. Ufa. Ufita. ¿Bqb?

 (*) ¿Qué pasa en una cachimba? Sale agua. Mana agua. Managua.

martes, 23 de octubre de 2012

Qué es de la vida de...


Una vez más dice presente este espacio nada periódico de rescate de la memoria. Este gancho que trae a flote cosas olvidadas. Esta página requechera de nombres ilustres, glorias pasadas, temas del día, empleados del mes, ciudadanos brevemente destacados, trapos viejos caídos en desuso. Una puesta a punto del ayer en el hoy y capaz que en la posteridad. Simplemente una frase hecha dicha muchas veces para aclarar en qué anda Fulanito o Sultanita.


Paul McCartney- Poco tiempo después de su exitoso concierto en el Estadio Centenario uno de los dos Beatles que van quedando finalizò su gira internacional On the run, pero como se ve que no tiene nada que hacer, ésta semana estaba tocando para la reina de Inglaterra, en los festejos por los 60 años de Isabel II en el trono de la Pérfida Albion, oséase England. Visto lo visto, habría que reconsiderar un poco el criterio para otorgar el título de Visitante Ilustre de Montevideo.

Próspero Silva- Puntero afrodescendiente del memorable Progreso campeón uruguayo de 1989. Formaba el tridente atacante junto a Willy Gutiérrez y Jhonny Miqueiro. Gran cuadro gran, que tuvo la suerte de que el torneo fuera a una sola rueda. Como casi todo futbolista luego se retrasó en el campo y terminó jugando de lateral. Lo último que se supo de él es que trabajaba como portero en un edificio de Pocitos.

El Tren de los Pueblos Libres- Arrancó por agosto del año pasado con toda la fuerza, oficialista al menos, ya que para la ocasión estuvieron presentes ambos presidentes rioplatenses (léase el Pepe y la Cristina). El ferrocarril binacional empezó uniendo Buenos Aires con la localidad de Paso de los Toros como destino final, más la promesa de que luego llegaría hasta Montevideo. Pero vaya paradoja, el tren se pinchó mucho antes de lo previsto. Al poco tiempo acortó su destino hasta Paysandú. Segùn informantes calificados todo hace suponer que el Tren de los Pueblos Libres no corre más, aunque hace poco apareció por Salto un tren fantasma de similares características. Un fiasco.

La tricoplayera- Como tal se conocio a la simpática y original blusa del club Huracán Buceo. Eran tres franjas verticales de los colores a saber: negro, blanco y rojo. Estos eran heredados de Chacarita Juniors de Argentina por culpa de un porteño que les prometió camisetas y nunca cumplió. En los años '90 del siglo pasado la particular y clásica camiseta tricoplayera fue sustituida por diversos modelos más modernos -incluso alguno de ellos agradable a la vista- pero los dirigentes de la institución nunca captaron que la debacle deportiva e institucional iba de la mano con el distanciamiento de la camiseta histórica. En 2009, caput con la tricoplayera. Una pena.

Héctor Lescano- Tuvo que hacer la valija de golpe porque se le vencían las millas de vuelo que había acumulado en los últimos 7 años. Ante la inminencia de semejante pérdida el presidente Mujica tuvo la deferencia de darle el buque para sorpresa de propios y ajenos. Se presume que podría estar veraneando en Londres, disfrutando de la previa de los Juegos Olímpícos, con un amigo que conoció hace poco en las vueltas de la vida, un tal Gerardo Rey.

La frutilla de la torta- Si nadie se la comió, está en la torta. Grande y apetitosa; arriba y al centro, como tiene que ser.

sábado, 20 de octubre de 2012

Algo que decir


-Tengo algo que decirle.
-Y yo a usted.
-Usted primero entonces.
-No. Faltaba más.
-De Pluna ni me hable.
-No era el tema convocante, pero si quiere lo atacamos. En una de esas, quién le dice, faltaba más, más y más guita. Llegado el caso ya sabemos quién tiene que cubrir el faltante. Pero por ahora eso es una incógnita.
-Como la que le quiero plantear. Una incógnita irresuelta por quien le habla. Una incógnita sin novedades a la vista ni moros en la costa.
-Ni gato con quinta pata incluida.
-Ni cuerpo que lo resista.
-Vayamos al grano.
-Vayamos, entonces. Usted dirá.
-No. Usted primero.
-Primero las damas.
-Después el ludo.
-Veo que nos entendemos.
-Lo que yo quería decirle y perdón que me adelante, son dos cosas del Estadio. Dos crímenes contra la naturaleza humana que tuve que soportar días atrás en ocasión de la despedida del equipo olímpico del Maestro Tabárez.
-Se lo tenía guardado, porque eso fue hace unos días.
-Hay cosas que cuesta sacar: como el frío que hizo esa tarde en el Centenario, como el Cinco de Oro acumulado.
-Como moneda de un peso de arriba del mostrador del supermercado cuando la fila del cajero está larga e impaciente.
-Como moneda de dos pesos adosada al pavimento de 18 de Julio.
-Como el olor a humo en la ropa de un asado hecho adentro de un búnker.
-Como la pelota a Messi cuando anda inspirado.
-Como las ganas de comer tortas fritas cuando llueve.
-Como le venía diciendo -ahora que me hace acordar- tengo dos cosas para plantearle. Una es que adentro del estadio vendían tortas fritas a 25 pesos.
-Sin comentarios. Al paredón en el acto y sin derecho a abogado. Ni siquiera a una llamada de despedida a la familia. Con confiscación de bienes por ganancia mal habida.
-Lo otro era el temita de las viejas cornetas de plástico barato que de un tiempo a esta parte se les ha dado por inspiración sudafricana en llamar vuvuzelas.
-¿Había?
-Había.
-¿Muchas?
-Dos. Pero una estaba a un metro y la tenía un niño.
-¡Madre mía! ¡Qué horror!
-Ahí me convencí que Pedro tiene razón: hay que bajar la edad de imputabilidad.
-En ese tipo de casos, puede ser.
-Le puedo asegurar que es algo insufrible, una experiencia casi imposible de transmitir. Es como a veces dicen de la droga: para hablar con propiedad hay que haberla probado, haber pasado por eso, haberlo sufrido.
-Como perder 500 pesos en la mosqueta.
-Como un pelotazo en las partes.
-Como haber sacado un pasaje por Pluna.
-Como el 8 contra 11 siendo de Nacional.
-Como le había dicho en un principio, yo también tengo algo que contarle.
-Cuente entonces.
-Ahí está el tema.
-¿En dónde?
-En el contar. Porque resulta que el otro día me desayuné que los gurises en la escuela ya no usan ábaco. Con lo lindo que eran los ábacos con todas esas fichitas de colores y ese vaivén de un lado al otro de la maderita gracias a esos alambres arqueados. ¡Caput los ábacos!
-Capaz que las ceibalitas tienen algo parecido.
-Parecido no es lo mismo.
-Eso no admite dudas, pero hay que acostumbrarse. Es la tecnología que se viene, el avance de la ciencia, la confirmación del bosón de Higgs, el triunfo de la regla de tres y las ecuaciones pluscuamperfectas. A mí me preocupa mucho más el temor a que en nuestro país proliferen las vuvuzelas.
-Totalmente de acuerdo. Mal yo.
-No pasa naranja.
-No, pasa.
-No pasa.
-¿No?
-No.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Y el ganador es...


Otro uruguayo campeón del mundo. El pasado domingo Manuel Guillén se coronó como el mejor en doma mecánica de todo el planeta, en el torneo disputado en la ciudad mexicana de Jalisco. El lunes por la madrugada aterrizó en el aeropuerto de Carrasco. La mañana siguiente, todavía paspado, conversó con este pasquín que usted tiene entre manos.


-¿Así que campeón mundial en doma de toro mecánico?
-Tal cual. Eso dice la medalla al menos.
-¿Desde cuándo monta toro mecánico?
A eso de los siete pirulos aprox, si no me falla. La primera vez que vi uno supe que era lo mío. Para el fútbol era un chambón importante, así que tenía claro que por ahí no iba la cosa.
¿Para entonces le gustaban las domas?
Absolutamente. Mi viejo todos los años me llevaba a la Criolla del Prado porque siempre pasábamos Turismo en Montevideo, salvo una vez fuimos a acampar a El Pinar con unos tíos.
Me crié viendo domas y deseando que llegara Semana de Turismo. Eso sí, no soportaba ver cómo sufrían los caballos con cada golpe de espuela, rebenque o cuando se les colgaban de las crines.
-Mire usted.
Cuando vi algo equivalente a las domas pero sin el maltrato animal correspondiente, supe que eso era lo que siempre había deseado.
-¿Está en contra de las domas del Prado?
-Totalmente. De hecho estuve repartiendo unos volantes contra eso en la puerta del recinto ferial.
¿Dónde aprendió a montar toro mecánico?
Empecé acá en los parques infantiles itinerantes. Había uno que cada tanto andaba cerca de casa; en cuanto me enteraba arrancaba para ahí y lo hacía de goma. Mango que juntaba, mango que reventaba en el toro mecánico.
¿Era aguantador?
Le fui agarrando la mano de la misma manera que se le agarra la mano a hervir un huevo, a dónde hay poner el suavizante en una lavarropa o a saber sacar el asado a gusto del comensal.
¿Cómo continuó su preparación?
De adolescente siempre estaba al alpiste por si había algún toro mecánico en un pueblo cercano. Cuando me llegaba el dato certero agarraba una carpa y me iba todo el fin de semana a darle a la monta. Me escapaba de casa, porque mis viejos decían que era una reverenda boludez lo que hacía y que para gastar la guita en eso mejor la destinara a sustancias alucinógenas.
¿Y el salto a la práctica como disciplina deportiva?
Gracias a un mexicano que me vio montando en un parque de atracciones en Atlántida. Me comentó que en su país había competencias por plata y que sin duda me iría bien, así que allá fui.
¿Hay categorías?
Acá no, pero en México se compite en estilo libre, prendido a las mechas y entequilado.
¿Qué tal el nivel del torneo?
Maso. Éramos cuatro o cinco mexicanos, un par de yanquis, un ecuatoriano, un argentino y yo. Además hay tres federaciones distintas y están todos peleados.
¿O sea que la trascendencia del título es cuestionable?
No sé si tanto. Le diría que es comparable a los títulos de nuestras campeonas mundiales de boxeo.
Eso no ayuda mucho.
Al pan pan y Albino vino.
¿Cómo se compite?
Es bien simple. Gana el que aguanta más tiempo arriba del toro, que siempre lo maneja otro competidor o sea que la cosa es con saña pública y notoria. En mi caso me coroné luego de soportar estoicamente durante 5 horas 43 minutos y 15 segundos. Y me bajé porque me estaba meando, sino tiraba un poco más.
¿Y el segundo?
El ecuatoriano, que antes había hecho un tiempo de 5:42:17.
¿Se puede vivir de esto?
Se puede. Yo tengo un toro mecánico y unos juegos inflables que alquilo para fiestas infantiles y me va bárbaro. De paso aprovecho y practico ahí mismo. Por contrataciones, llamar al...
Perdone, pero esto no es un espacio publicitario y si lo fuera hay que ponerse.
Sorete.

martes, 25 de septiembre de 2012

Un vacío en el pecho


-¿Le pasa algo, amigo?
-¿Cómo se dio cuenta?
-Si con esa cara no le pasa nada, el parto debe haber sido traumático.
-Siento un vacío en el pecho.
-¿De marcapasos o de medalla olímpica?
-De carne.
-Explíquese.
-Siento que tengo en el pecho un pedazo de vacío de casi dos kilos de peso. 1.870 gramos según la etiqueta adhesiva.
-¿Y eso?
-Se llama lapicera. Sirve para sacar apuntes en el liceo, poner multas en la calle, sumar los gastos del mes, tachar algo mal escrito, firmar autógrafos, jugar a los ceritos y más cosas. Depende a lo que uno se dedique.
-Ya sé que eso es una lapicera. Le preguntaba por el vacío de carne.
-Gentileza del supermercado del barrio, aunque ellos no se enteraron del buen gesto que tuvieron conmigo.
-Se lo afanó entre las ropas aprovechando la abundancia de ellas en invierno.
-Muy astuto.
-Muy chorrito.
-Sí. Pero sea como sea no aguanto más el frío que me está metiendo el bife este en el cuerpo.
-Sáqueselo de encima que ya está a varias cuadras del lugar de los hechos. Nadie lo va a venir a buscar tan lejos.
-Nunca se sabe.
-Tiene razón. Mire lo que le pasó a Trotsky en su momento.
-O a Somoza sin ir más lejos.
-O al prócer Artigas.
-A ese lo fueron a buscar y no quiso venir.
-Distinto el caso del Nando Morena, que lo fueron a buscar y se vino.
-¿Y a Ansina?
-No consta en actas.
-Cebadores hay muchos, prócer uno solo.
-Cebador estratega, querrá decir.
-Como querer no quiero, pero si le hace feliz le doy el gusto.
-El gusto no sé, pero un pedazo de vacío podría ser.
-Hecho.
-Crudo igual me sirve, no quiero causarle molestias.
-Bueno, se lo doy crudo entonces.
-Se agradece el gesto.
-¿Tiene cuchillo, cuchilla, navaja, tijera, trincheta, viento gélido en la Escollera Sarandí o algún otro objeto cortante?
-Acá, no. Tengo en casa.
-¿Viento gélido de la Escollera?
-Eso no, pero todo lo otro sí. O sea que tiene para elegir a conciencia o utilizando el método de la monedita al aire.
-Si no tiene acá lo que podemos hacer es lo siguiente. Usted se compra un vinito de VCP para arriba, yo pelo unas papas, las meto al horno con la carne en cuestión, abro un paquete de maní pelado y lo espero a eso de las nueve.
-Buen plan. Me gusta la idea.
-Tráigase también papel y lápiz así hacemos unas partidas de tutti frutti.
-Pensé que le gustaba más jugar a los ceritos.
-¡Tiene razón! Lindo juego el de los ceritos.
-Pensar que hay giles que gastan tinta jugando al tatetí. Ellos se lo pierden.
-Si existe un juego al pedo ese es el tatetí.
-Usted lo ha dicho.
-Al pedo como esperar un peso de vuelto en el taxi.
-Al pedo como corbata en el ropero del presidente Mujica.
-Al pedo como whisky nacional en la casa del Cuqui.
-Al pedo como el Estadio de Alternativa Charrúa.
-Al pedo se lo corta con un vaso de leche.
-Corrijo. A la acidez.
-Usted lo ha dicho.
-¿A qué hora dijo?
-A eso de las nueve si le parece bien.
-Me parece.
-Me alegro.
-Me despido.
-Me marcho.
-Me paso por ahí a esa hora, entonces.
-No se olvide del vino. Sin la contraseña correcta no se abre la puerta.
-Usted juegue conmigo.
-Quedamos así, quedamos.
-¿Cómo?
-Así.
-Ahhh… sí.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Cata evolutiva de una botella de caña con butiá


Día uno
Como dijo Paul McCartney, siempre hay una primera vez. Acicateado por la bolsa de butiá que el amigo Osvaldo trajo de Rocha, acabo de comprar una botella de caña para preparar un buen beberaje mezcla de dicho alcohol y frutos de la palma butiá; producto ancestral (dentro de lo que se puede) de nuestra gastronomía local, preparación alcohólica de raigambre en el este del paisito, elixir básico del ser oriental, maceración clásica a nivel familiar, cosa para embuchar y para qué decir más.
Hoy es el día uno, como bien indican las negritas. Hoy corresponde la elaboración. Luego será tiempo de degustar el líquido manjar telúrico.

Día dos
La patrona dice que no, pero sí. Vamos a probar a ver qué tal. Para ver qué cambió en 24 horas. A manera de aventura. Además, vida hay una sola. Mmmm… Todavía le falta, para que mentir.

Día tres
Le sigue faltando, aunque un poquitititito menos. Hemos tomado cosas peores, acota telepáticamente el hígado más cercano.

Día cuatro
Le sigue faltando pero se le nota un qué se yo. ¿Cuántos días había dicho Osvaldo que hay que esperar?

Día cinco
Confirmado. Se puede beber sin riesgos, pero le falta para equipararse a una cosa que se pueda ofrecer a los amigos. Si ayer se dejaba beber, hoy un poco más.

Día seis
¿Era un mes o una semana? Extrañamente en estos días se ha evaporado más contenido del previsible. Cosa ‘e mandinga.

Día seis Segundo buche
¡Qué jugador que anduvo poco el Mandinga Percudani!
Tiene razón la patrona. Vamos a dejar algo para otro día. La milanesa & puré baja mejor con agua de la canilla que con caña.

Día siete
Le falta, pero tá. Alcanzar la perfección no es changa, así que no nos pongamos exigentes.

Día ocho
¿Cuánto había dicho Osvaldo? ¿Un mes, una semana o un rato y dale que es tarde? Eeehhhh…. Y dale que es tarde, creo que dijo.

Día ocho Buche dos (doble ración para disimular)
Dada la proximidad de la Fuente del Puma con los Palmares de Rocha, no se explica cómo la Salus no hace cerveza con un toque de caña con butiá. Habrá que investigar el asunto, porque ahí hay algo turbio.

Día ocho Buche tres (doble ración, es viernes)
Lo turbio es la caña con butiá, acota la patrona mientras guarda la botella en un lugar desconocido.

Día nueve
Ya se puede decir sin temor a equivocarse que se siente el gusto a butiá y que el contenido de la botella (recuperada) bajó más de lo previsto.

Día diez
La caña se va sin avisar. La patrona tiene razón, la botella debe estar perdiendo por algún lado. Yo opino que por abajo. Ella que por el pico.

Día eleven
Queda poco y nada. Algo de sabor tiene, para qué mentir. Capaz que Osvaldo había dicho un mes, pero donde manda capitán no manda marinero y si hay vamos a darle.

Día doce
Especie en peligro de extinción. Se siente el gusto a butiá bastante clarito.

Día doce Buches reiterados
Se van, se van los patos, los últimos charrúas se van, popotito y consentidas, línea maginot se va. Salud, pueblo oriental.

Día trece
Mala suerte. Yeta. Estaba rica la papa. No queda nada. Después de cuatro horas con la botella boca abajo solo cayeron unas gotas. Con más tiempo de reposo debe quedar mejor. Es lo que hay, valor. Como mucho queda chupar algún coquito de butiá.

Día trece Balance final
Se sugiere repetir la operación. Se pasa a votar. Moción aceptada por unanimidad. Se eleva solicitud de butiá al amigo Osvaldo. Se espera respuesta positiva. Más le vale.

sábado, 25 de agosto de 2012

Nostalgias


Se viene otra Noche de la Nostalgia. Una más. Otra más, para los contras.
Suele decirse que esta es la jornada en que los uruguayos más salen a trasnochar. Vaya uno a saber a ciencia cierta si es así o no. Lo que sí seguramente nadie discuta es que de tanta mención en los medios, por unas horas la nostalgia se instalará entre nosotros y quien más quien menos se pondrá a recordar tiempos pasados, cuando no había televisores plasma ni alcohol en gel.
Es decir que estos días muchos recordarán cosas de antaño… de hace tiempo… por ejemplo… como para que se entienda… sólo para citar algunos casos…
Los hinchas de Peñarol recordarán los tiempos del profesor Bengoechea y el dichoso quinquenio. Los de Nacional, los últimos torneos locales y clásicos disputados. Los hinchas de Basáñez traerán a su mente aquellos años en que participaban del campeonato de primera división y los de Huracán Buceo, simplemente, los años en que participaban.
Marcelo Tejera el breve lapso de tiempo en que parte de la afición deportiva creía que iba a ser el Maradona uruguayo o el heredero de Enzo Francescoli. Peter Méndez se retrotraerá a cuando era la carta de gol del combinado celeste dirigido técnicamente por Luis Cubilla en la Copa América de 1991. Galileo Percovich rememorará su participación más destacada en una cancha de fútbol, en la batalla campal de un clásico de 1990. Rubén Sosa buscará videos en You Tube para ver qué le pasó en aquel penal que pateó contra España en Italia ’90.
Mientras tanto Gustavo Trelles añorará los últimos años del siglo XX, cuando competía y triunfaba en el Grupo N del Campeonato Mundial de Rally. Chris Namús cuando era la figura publicitaria de Antel, es decir en tiempos pre Loli Muñoz. Julio Ribas cuando su nombre sonaba como posible D.T. de la gloriosa celeste, mucho antes de la magra campaña realizada el año pasado con Deportivo Maldonado en la segunda división profesional.
Rafael Michelini pensará con nostalgia en los inicios de su carrera política, cuando se perfilaba como joven promesa frenteamplista con sueños presidenciales incluidos. Héctor Lescano se pondrá a revisar sus varios años de actuación como ministro de Turismo y Deportes. Alberto Volonté evocará su campaña electoral como candidato a presidente de la República, al igual que Roberto Canessa y Luis Hierro López. Los políticos del Partido Colorado recordarán los tiempos en que ganaban elecciones a troche y moche. Por su parte Gregorio Álvarez y sus compañeros de reclusión rememorarán los años de democracia renga en que podían salir a la calle.
En materia musical, por ejemplo capaz y en una de esas, el Pájaro Canzani añorará los tiempos del chibidon-don-don, Jorge Nasser el éxito de su candombe de la Aduana y los integrantes del Cuarteto de Nos pensarán extrañados y sonrientes en el éxito de su hit Me agarré el pitito con el cierre.
Uruguay Catalogne desempolvará la videocasetera para ver un VHS con su participación en Martini Pregunta respondiendo sobre Elton John, en tanto Claudia Fernández hará algo similar con respecto a su presencia en Decalegrón y el relator Carlos Muñoz a las mañanas dominicales de Deporte Total, cuando competía con la Santa Misa que transmitía Canal 4.
Y por qué no, para ir terminando, capaz y en una de esas, allá por Yanquilandia, Héctor Bado (hasta hace poco un desconocido buzo profesional radicado en el extranjero, ahora convertido en el héroe del mes), mirará los muchos recortes de prensa que juntó durante su última visita al paisito.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Selección de Marías


¿Que Montevideo Wanderers cumple 110 años de vida? ¿Que se celebra la independencia de Chipre? ¿Que un día como hoy pero de 1945 capituló Japón en la Segunda Guerra Mundial? ¡Pamplinas! ¡Puras pamplinas! Aunque cierto, pocos tienen presente esos datos y otros bastante más insignificantes como que en Liechtenstein comenzó a emitir el único canal de ese país. Vayamos directo al grano: hoy es el día de las Marías. Aunque por suerte por estas tierras estamos poco atentos a las fechas del santoral, el conocimiento de que el 15 de agosto es el día de las Marías es una de las pocas excepciones. En su homenaje va una selección de tocayas agraciadas con el que probablemente sea el nombre femenino más usado, especialmente para combinar.

María Antonieta- De familia fina. Nacida en cuna de oro e hija de un emperador, después se juntó con Luis XVI, rey de Francia. Pero la señora tuvo la mala suerte de ser la reina justo cuando a los franceses se les dio por hacer la revolución o sea que la suya fue una de las cabezas más celebres que pasaron por la guillotina.

Las Tres Marías- La Niña, La Pinta y la Santa María. Así se llaman las tres hebillas titilantes del cinturón del cazador Orión. Estas estrellas carabelas han dado origen a un simpático piropo de larga data: “¡Santa María! ¡Qué pinta tiene esta niña!”.

María la del Baño- Pasó a la historia por haber bautizado con su nombre el llamado “baño María; que eso de hervir agua, inmersión del producto, etcétera. Es un invento muy valorado por la diáspora uruguaya pues permite a partir de una lata de leche condensada hacer algo muy parecido al dulce de leche que se deja comer sin mucha queja.

María Juana- También conocida como “María”, a secas, entre sus allegados fumetas. El gobierno va y viene con el tema, que sí que no, veremos, que planto y vendo, que autocultivo sí o no y la mar en coche. Mientras tanto las macetas se reproducen solas.

María Sharapova- Tenista rusa muy digna de apreciar, al punto que por su anatomía agraciada se destaca tanto entre las tenistas como entre las rusas, lo que es mucho decir. Básicamente, está más buena que costillita de cerdo a las brasas.

María María Mujer- Es sin ninguna duda una de las tocayas más conocida. Más canturreada al menos. Fue inmortalizada por Mercedes Sosa hace una torta de años y todavía sigue sonando. Ae, aea ae, aea ae, aea eee..

Galletita María- Con dulce de membrillo queda de rechupete. Recomendable. Para paladares exigentes. El alfajor del futuro. Sólo le faltarían algunas frutas abrillantadas alrededor y queda chiche bombón.

María Vuvuzela- Puro verso. Todo un fiasco. Al final resultó ser que en tiempos sudafricano-mundialistas nadie se animó a ponerle este original nombre a su hija. Aunque no suena muy bien, es cierto.

La María de Ricky- Es una mujer especial, como caída de otro planeta. Es un laberinto carnal que te atrapa y no te enteras. Es blanca como el día, es veneno, caliente y fría, si te la bebes seguro te va a matar. Un, dos, tres, un pasito para adelante, María.

sábado, 11 de agosto de 2012

Y todos tan olímpicos


Por estos días, se quiera o no, absolutamente tuitos estamos inmersos en clima de Juegos Olímpicos. En consonancia van de seguido algunos ítems de estas horas, para machacar la idea, revolver la herida, aportar medio granito de arena, romper un poco los quinotos, esperar la presea dorada, dormir la mona, adquirir un número de la rifa de arquitectura, cocinar unos panchos al microondas, tomar un café cargado, mientras se disfruta del partido combinado celeste versus pérfida Albión que se disputa esta tarde de miércoles y va por televisión abierta, aunque en horario laboral, la pu que los pa.
A continuación, los ítems olímpicos mencionados previamente.


Londres. El ombligo del mundo por una quincena o poco más. Londres hasta en la sopa. Londres hasta el aburrimiento. Todo Londres. Aunque no hay que confundirse ya que no todas las competencias tienen lugar en la capital británica. La ciudad cuenta con varias subsedes, incluso en otros países; como Glasgow que está en Escocia, a 550 kilómetros de distancia. Así que a no desesperarse. En caso que algún día la fiel y reconquistadora organice unos Juegos Olímpicos, si las circunstancias lo ameritan, le podemos pasar algún evento a la hermana ciudad de Buenos Aires que para algo la tenemos cerca.

Guevara is dead. Ojo al piojo. Si usted está armando la valija para irse unos días a Londres tenga presente que no podrá usar ninguna remera con la cara del Che Guevara por temas de seguridad. Ni eso ni nada que tenga cualquier mensaje político. Si pensaba  lucir una vieja camiseta de Sex Pistols por si acaso averigüe antes, no sea cosa que pase su estadía a la sombra y se pierda la fiesta. Sin ninguna duda le va a resultar más seguro llevar la que se compró hace algunos años en Florianópolis, aunque tenga algún qu otro agujero.

Collazo. Es el abanderado olímpico uruguayo. Nos enteramos todos. No por méritos propios que los tiene sino por el quilombete previo que se hizo en cuanto a si el portaestandarte debía o no ser Luis Suárez.  A pesar de la notoriedad lograda, lentamente Collazo vuelve a las sombras destinadas a los deportes menores. ¿Cuál era su nombre de pila? El Loro, no, ese es otro que ya se retiró.

Vayan pelando las chauchas. Si pinta medalla de oro en fútbol nos vamos a inflar como ojo de boxeador inexperto. Y si no pinta ninguna de las tres medallas vamos a estar igual de insoportables, aunque por la negativa. Lo que está claro es que nos vamos a empalagar de fútbol como gurí chico con frasco de dulce de leche. Sabremos cumplir, como bien dice el himno patrio.

Wynants y pará de contar. Dejando de lado el deporte rey, oséase el fútbol, la conquista de medallas en otras disciplinas está bastante complicada. En ciclismo hay un único representante, valga la redundancia. Que los de atletismo suban al podio no está en los planes. Lo mismo para los émulos de Carlos Scanavino (eximio nadador). ¿Y el resto?  Qué pasa si gana una medalla el que compite en tiro con escopeta prolija? ¿Hay que arrancar a mamarse a 18 de Julio o no corresponde?

Espíritu olímpico. Cutcsa va a empezar a volar a Buenos Aires y San Pablo, nos vamos a pagar los millones de dólares que nos debemos de Pluna a Ancap, en Siria se siguen dando como adentro de un gorro, sale Paraguay entra Venezuela, los contenedores de basura no están en su mejor momento y cosas por el estilo. Andando el carro no se acomodan los zapallos, definitivamente, pero por suerte está Londres y todos tan olímpicos, faltaba más.

sábado, 4 de agosto de 2012

Otro uruguayo al Guinness


Sí. Sigue dando criollos el tiempo. El pasado lunes el joven Jonathan Pírez alcanzó una marca que lo posicionará en el famoso libro de récords mundiales Guinness. Su mérito fue superar el registro del marroquí Abdullah Hassan, quien en octubre de 2011 había permanecido interrumpidamente durante 84 horas, 51 minutos y 13 segundos en un juego mecánico del parque de atracciones de Rabat similar al tradicional “Mambo” del Parque Rodó montevideano.
Apenas bajado del juego, Pírez fue abordado por este prestigioso medio. He aquí sus primeas impresiones y reflexiones tras la increíble proeza.

¿Qué se siente?
Musiquita.
¿Y el cuerpo?
Musiquita.
El  récord es suyo. ¿Está contento?
Un baño. Preciso un baño.
¿De quién se acuerda en este momento?
Un baño, por favor.
Pssssssss… No se me ocurre ninguno que esté cerca.
Aaaaaahhhhhhhh…
¿Qué hace, inmundo?
Añejado color ámbar.
¿Todo eso es suyo?
Sí. Son tres días y medio aguantando.
¡Qué vejiga!
Sí. La verdad, no puedo quejarme.
¿Le falta mucho?
Supongo que sí, pero pregunte nomás.
¿Está emocionado?
Emocionado entre otras cosas.
¿Por ejemplo?
Aturdido, cansado, tullido, magullado, hambriento, moribundo, meado, cagado, amoratado, ampollado, afiebrado, con mal aliento, mucho sueño y sin saldo en el celular.
¿Fue difícil aguantar casi 85 horas girando y girando en el Mambo?
La joda me salió carísima. Por más que saqué varios abonos, a 5 minutos la vuelta, usted saque cuentas.
¿Contó con algún tipo de apoyo institucional?
En eso los deportes menores siempre vamos al muere en este país. Fíjese que uno pone el nombre de Uruguay allá arriba y no le dicen ni gracias. Sin embargo al mamboman de Francia, Holanda o cualquier otro país del primer mundo lo tienen como un rey. Acá no te dan ni para las cremitas reparadoras.
¿Mamboman?
Sí. Así se llama al mejor ranqueado de cada sitio.
¿O sea que nosotros tenemos al Mamboman de los Mambomanes?
Usted lo ha dicho.
¿Cuál fue el momento más difícil del desafío?
Cuando empezaron los enganchados de Pimpinela. Pensé que no iba a soportarlo.
¿Y la clave para haber aguantado tanto?
Haberle dado al boletero todos los tickets cuando me subí. Sino capaz que dejaba alguno para venir otro día con más solcito.
¿Cómo pudo soportar el frío invernal?
La semana pasada hice un aclimatamiento en Cabo Polonio. Todos los días salía a caminar por la playa descalzo y de musculosa, con alguna que otra zambullida en el océano de vez en cuando. Sin toalla para la salida, que conste.
¡Salado!
El mar estaba salado, solodo ostobo lo mor.
¿Cómo se alimentó durante la prueba?
Aguanté a base de croquetas de arroz, queso semiduro y bloquecitos de dulce de leche.
¿Y de tomar?
Agua de la canilla con pajita. Poca, cosa de no forzar mucho la vejiga.
¿La familia vino a acompañarlo?
Mi señora vino ayer de tarde en un taxi, dejó un par de valijas con mis cosas y se fue.
¿Lo abandonó?
Efectivamente. Pero con aviso. Me había dicho que si hacía esta pavada, esas fueron sus palabras, se iba a buscar otro macho.
¿A quién le dedica este logro, entonces?
Al marroquí Hassan… que le den.
¿Otra oportunidad?
No precisamente.

viernes, 3 de agosto de 2012

Crítica constructiva al invierno


Si la idea es llevarse bien con la gente, lo que se dice “hacerse querer”, estimado invierno le sugiero que achique un poco, porque aunque usted todavía esté en las gateras ya se lo percibe en el ambiente. Su vuelta al paisito es cuestión de horas, así que ándese con cuidado.
Entendámonos. Está claro que cada uno tiene su forma de ser. Más aún si uno es estación del año, como en su caso. Eso no vamos a estarlo discutiendo acá y ahora, pero en tren de ser buena gente, de decir las cosas de frente e intentar poner paz en este berenjenal, hablemos claro.
Perdóneme señor inverno, pero uno no puede venir así como así y que todo le chupe un huevo. Si hasta hace poco el otoño se estaba portando como un duque, ahora no tiene por qué venir usted a meterle el peso a la población y dejar a los pobres grados centígrados por el suelo. Sepa que no es de buen vecino andar haciéndole eso al prójimo.
Por todo lo antedicho, van a continuación algunos consejos a manera de pequeña crítica constructiva para limar asperezas que puedan presentarse en el devenir más próximo, es decir en los tres meses que lo vamos a tener instalado por estos lares.
Está claro que el invierno es lo que es. Eso incluye frío y lluvia, pero no hay por qué irse al carajo. Si nos podemos llevar bien, para qué nos vamos a llevar mal. Así que atenti, mister, porque los últimos días no han sido una buena carta de presentación.
Para empezar. Ojo con los graditos. Sabemos que usted tiene que lucirse y responder a su fama de estación helada, pero con hacer sentir el rigor un poco es más que suficiente. Una pizca de frío de vez en cuando y todos tan amigos. Nada de locas pasiones. Como mucho alguna escarcha en el campo o algo de aguanieve para que los informativos centrales tengan material para rellenar su extenso horario, pero hasta ahí nomás.
Otro asunto importante, señor invierno, es el agua. Está más que claro que tiene que llover y que usted es una estación que se caracteriza por ese asunto, pero nada de exabruptos. Agua sí, pero con mesura. Con que mande la que se precisa para mojar suficientemente la penillanura y llenar las represas casi estamos. A eso súmele alguna que otra tarde para comer tortas fritas con un rico mate y listo el pollo.
Relacionado con el punto anterior, no se mande la metida de pata de otras veces. Todo invierno que quiera permanecer al menos brevemente en el grato recuerdo de la gente tiene que tener claro que frío no es equivalente a canilla libre de lluvia. Un poco de agua y algunas tardes oscuras corresponde, pero sólo lo imprescindible.
Por si no lo sabe, el frío con sol es casi soportable. Dicho por todas las empresas encuestadoras. Es más. Si quiere ser un invierno piola lo que se dice piola encaje las jornadas soleadas durante los fines de semana. Ahí la gratitud del público es mayor. Ni le cuento si tiene la enorme deferencia de cantar sol los feriados no laborables. Ahí se gana la consideración de las masas. Hágale caso a un gil.
Ahhh… Otra cosa. Si tiene vinculaciones más allá de lo climático trate de venir con poca politiquería y alguna medalla olímpica. En materia gastronómica no se olvide de traer buena fruta de estación, algunos guisos poderosos, algún buen mondongo y alguna bebida espirituosa de alta graduación para calentar el cuerpo.
Por último, pensando en aquello de que julio los prepara y agosto se los lleva, si antes de irse quiere hacerle estirar la pata a algún hache de pe, déle nomás, que lo que es justo es justo y chau.

viernes, 15 de junio de 2012

Una nueva y exitosa terapia oriental


Siempre hay lugar para la sorpresa. Cuando uno piensa que está todo dicho o inventado, al instante surge algo inesperado, incluso exitoso. Uno piensa que está todo dicho y aparece Lucía Topolansky opinando que el descenso de votos de las internas del Frente Amplio fue culpa de los medios de comunicación que le dieron para atrás. Uno piensa que está todo inventado y hay que ver la forma de disputa que proponen para la próxima Liga Uruguaya de Básquetbol, que desde sus inicios nunca se jugó igual al año anterior.
Pero como sabiamente dicen los guardas de Cutcsa y su respectiva competencia: pasando al fondo que hay lugar. Donde entran 35 sentados y 29 parados, siempre hay lugar para alguna docena o trecena más.
Todo lo previo para presentar la última novedad en materia de terapias alternativas, término que tanto incluye métodos tradicionales de origen lejano en el tiempo y en el espacio como truchadas creadas en el cambalache que reina por estos almanaques.
El tema de hoy es la irrupción de una nueva terapia: la palillopuntura. Rápidamente se la puede presentar como una versión local de la acupuntura, con la diferencia que en lugar de agujas se utilizan palillos para colgar la ropa.
La palillopuntura se está abriendo paso rápidamente en los usuarios de este tipo de medicinas o terapias alternativas. Está presente -entre otras- en Facebook, Twitter, Wikipedia y Mercado Libre, donde incluso se puede adquirir en versión kosher para judíos practicantes y en versión naturista (madera cultivada orgánicamente y trabajada sin ningún tratamiento agresivo exceptuando la tala).
Según los entendidos lo correcto es practicarla con palillos de madera, pues los de plástico pueden producir efectos secundarios como apnea del sueño, bajo nivel de glucosa, gastroenterocolitis, hipo, verrugas en la zona de aplicación y sudoración olorosa tirando a pestilente en las partes pudendas.
El creador de la versión local de la acupuntura fue Wen Yang, un emigrante venido del país de la gran muralla que una tarde subió a descolgar la ropa de su domicilio y como no tenía bolsillos empezó a apretarse los palillos en su propio cuerpo. Entonces notó que estos pellizcones de madera le hacían distintos efectos según la zona de aplicación, como por ejemplo: cosquillas, eyaculación, relajación, vómitos, expectoración, pérdida del apetito, eliminación de arrugas, quita del estrés, etc.
Wen Yang comenzó a estudiar detalladamente la cuestión, ya que como todo chino sabía hacer tanto acupuntura como té verde y arrolladitos primavera, y a los tres meses tuvo redactado el primer manual de palillopuntura, que resultó todo un éxito. En medio años se agotaron cuatro ediciones y también el texto circula por internet de manera casi viral.
Parte del éxito de la palillopuntura es su bajo costo y fácil aplicación, aunque hay que estar atentos a las instrucciones y no errarle al lugar donde sujetar el palillo. Así lo explica Wen Yang en la breve introducción de su libro: “Es importante la colocación precisa en las zonas correctas para evitar efectos no deseados. Una vez sucedió que a un muchacho le quisieron curar una leve tos y lo dejaron calvo de por vida y a una monja entrada en años le quisieron sacar la culebrilla y parió mellizos con los ojos del monaguillo. Así que ya sabe querido lector: palillopuntura, pero con orden”. Amén. 

martes, 22 de mayo de 2012

Caro es poco

-¡Vergüenza debería darles!
-¿Qué cosa y a quiénes?
-Parece joda. Con el litro de leche a 15 pesos y medio.
-Desembuche que se va a atragantar.
-¡Qué me voy a atragantar si no manduqué nada! El hambre famélico es el disparador del tema que nos convoca. La rabia contenida por causa de la usura alimenticia que nos atropella a diario en las esquinas de nuestra ciudad.
-Sea más claro. ¿De quién está hablando?
-De los asaltantes sin patente. De los vendedores de productos agujereados pero no fallados. De los trabajadores de la grasa hirviendo. De los chorros que cobran una torta frita a 12 ó 15 pesos.
-¡Se les va la mano!
-Para mí el gobierno tiene que ponerle coto al asunto. Ya no le digo que controlen si la grasa está recontra reutilizada al grado de ser cancerígena, pero al menos -si no es mucho pedir- que eviten los precios abusivos.
-Desengáñese compadre, que no hay angelitos afrodescendientes.
-Ni harina cinco ceros tampoco. Ahí al menos. Sabido es que las hacen con el polvo resultado de la molienda del trigo más barato que consiguen.
-Está dentro de las probabilidades.
-No se olvide que estamos hablando de un alimento básico de la dieta nacional. Un producto gastronómico típico del pueblo trabajador. Un artículo de consumo indispensable para el oriental bien nacido.
-Me va a decir a mí, que llevo una vida colaborando en lo que me toca, es decir afinar con el palo de amasar y a posteriori hacer el agujero correspondiente con un cuchillo de punta roma.
-Un tentempié autóctono y popular del transeúnte capitalino. Un producto que le puede competir pelo a pelo a las hamburguesas extranjerizantes. Basta con agarrar dos tortas fritas y ponerle entremedio un churrasco con muzzarella, panceta, tomate, lechuga y mayonesa.
-¡Por favor! Todavía no almorcé.
-Además la suba injustificada del valor de la torta frita seguramente influye de forma negativa en el aumento del precio de la canasta familiar.
-Y en el dichoso IPC.
-Sea como sea, es un afane. En el peor de los casos, si no queda otra, el precio final debería estar subvencionado o algo por el estilo.
-Lo mismo opino del dulce de membrillo y de los bloquecitos de dulce de leche.
-Comparto en ambos casos.
-Pero seamos aplicados y responsables. Vamos a calcular el costo de producción de una torta frita.
-Innecesario. Más de 10 pesos es afane.
-Quiero creer que sí, pero hagamos cuentas.
-Como prefiera.
-¿A cuánto está el kilo de harina?
-No sé. Compra la doña.
-¿El paquete de grasa?
-Misma respuesta.
-¿Cuántas tortas se hacen con un kilo de harina?
-No quiero ser reiterativo.
-¿Cuánto cuesta la recarga de una garrafa de 3 kilos?
-Ni puta idea.
-¿Cuánto dura?
-Diga que no tengo Internet a mano, sino lo ayudaba a evacuar esas dudas y otras que estén pendientes.
-Ahhh... Me hizo acordar: ¿La capital de Sudán del Sur?
-Yuba, creo.
-¿Está seguro?
-Le apuesto media docena de tortas fritas.
-Eeeehhhh. ¡Te fuiste al carajo!
-Cagoncete.
-Epa, compañero.
-¿Pero estamos de acuerdo o no? ¡Una torta frita a 12 ó 15 pe es un robo a mano armada!
-¡Una invitación al escrache público y al boicot colectivo!
-Por no decir al saqueo o la expropiación.
-Con destierro incluido.
-Y la dejamos por acá, que no quiero engranarme más.
-Tiene razón. Encima con esta lluvia a uno le dan ganas y todo no se puede.