sábado, 3 de noviembre de 2012

Algunos problemas numéricos


Una tecla
La diéresis, por poner un caso bastante cercano.
Siempre se dice que los problemas hay que hablarlos, que poner en palabras las situaciones que nos complican es comenzar a solucionarlas, que si se comparte la malaria puede aparecer una vacuna, que mi abuelita tenía un biombo y no se lo prestaba a nadie.
La semana pasada un humilde servidor tuvo que andar con vueltas por incapacidad de escribir el gentilicio de los habitantes del país centroamericano ubicado entre Honduras y Costa Rica, cuya capital es algo así como una cachimba*. La cuestión es que todavía reina cierta ignorancia referida al teclado de la computadora, por lo tanto ni idea de dónde están la diéresis y algún otro símbolo gráfico que cada tanto se precisa, como la o chiquita y elevada que se usa para abreviar primero de mayo o la c con virgulilla que se usa para no poner barca cuando se pretende que suene barza en referencia al conocido equipo catalán.
Digamos que por suerte diéresis no es como esdrújula que para ser un buen ejemplo es esdrújula, es decir que lleva tilde en la antepenúltima sílaba, que dicho sea de paso ambas palabras son esdrújulas, cómo árboles, Bélgica y tábano, pongámosle.

Multitud de dos
Días atrás la policía informó que tiene casi cercado a un enfermito conocido como “el corrector del patito faltante”. Extraoficialmente se sospecha que podría tratarse de un  individuo que cobró notoriedad pública (otra esdrújula) por su aparición en una serie de comerciales televisivos de una empresa estatal. Su delito: grafitear a troche y moche colocando un número 2 delante de cada teléfono que todavía insiste con ser de siete dígitos. Su pena: no haber terminado la tarea. Una sugerencia: presentar un proyecto a Fondos Concursables o Presupuesto Participativo para que esta tarea cívica sea legal y remunerada.

Cuatro es bastante
Mensaje emitido por un altoparlante en el barrio porteño de la Boca: “Atención Señor Falcioni. Atención Señor Falcioni. Presentarse en recepción. La Conmebol quiere otorgarle una medalla al mérito en reconocimiento a su perseverancia infructuosa”.

Diez son demasiados
“Acá no. Acá no. Acá no. Acá tampoco. ¿Acá tampoco? Mierda. Acá no. Acá no. ¿Acá? No. Tampoco. Mierda. Acá no. Acá no. Acá no. Acá tampoco. ¿Acá? Acá. Y eso que ya había buscado. En fin. Más vale tarde que nunca.”
            Anónimo

El que busca, encuentra.
            E.G.L.

Si algo tiene el invierno son bolsillos. Muchos. Más de lo necesario. Más de los que cualquier mortal precisa para guardar cosas y luego buscarlas.
A medida que las prendas aumentan, las capas de ropa se superponen y los bolsillos se reproducen innecesariamente. Un ejemplo concreto. Cuatro bolsillos grandes y uno diminuto en el pantalón vaquero, más dos en el cangurito, más tres en la campera. Total: diez bolsillos. Situación: sube el inspector y empieza a pedir los boletos. Resultado: Se complica un partido fácil a una hora temprana.

Equis
¿Dinero erogado por todos debido al sueño de tener una aerolínea de bandera nacional? Equis. O equis al cuadrado. O vaya a saberse después de tantos años. Y seguramente todavía falta poner más.  Caramba, carambita, carambirulá. Ufa. Ufita. ¿Bqb?

 (*) ¿Qué pasa en una cachimba? Sale agua. Mana agua. Managua.

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