miércoles, 3 de noviembre de 2010

"Es el sueño del pibe hecho realidad"

-Treinta y cuatro. -Treinta y cuatro de mano-, respondió emocionado Martín Robaina y se le humedecieron los ojos. Minutos después, cuando su rostro estaba casi sucumbiendo en el mar de micrófonos que lo rodeaba, tuvo palabras de aliento para sus rivales y agradecimiento a su familia que siempre lo apoyó. Antes ya se había fundido en un sentido abrazo con su compañero Marcelo Visca. La emoción invadía la sala de conferencias y erizaba la piel. Los primeros campeones mundiales de Truco estaban comenzando a disfrutar de su reinado.
Al día siguiente, asediado por un grupo de grouppies asiáticas del Truco que querían entre otras cosas sacarse una foto con él (se parecen bastante a las del carnaval montevideano, aunque tienen ojos rasgados y menos delantera), Robaina atendió gentilmente al enviado especial de este medio al primer Campeonato Mundial de Truco, desarrollado en Dubai (Emiratos Árabes Unidos).
No en vano hace tiempo que los petrodólares se llevan a lo mejores jugadores a su liga profesional. Los mismos petrodólares que resultaron determinantes para ganar la lucha por la organización del primer torneo internacional, derrotando así a la otra posible sede, la localidad floridense de Fray Marcos.

No han pasado 24 horas desde que terminó el campeonato. ¿Qué siente?
Una alegría tremebunda. Es el sueño del pibe hecho realidad. Siempre quise ser el mejor en lo que más me gustaba y finalmente se me dio. Mi viejita quería que fuera bailarín de ballet, pero a mí siempre me tiró más el diseño del lomo de las Tatú y mentir en el envite. Soy Campeón Mundial de Truco y que me quiten lo bailado.

¿Lo dice por el partido contra los argentinos?
No. Si ellos no piensan que el bastillo es la carta más grande, que se manejen. Eso les pasa por no leer el reglamento.

¿Qué significó vencer a la pareja japonesa en la final, más que nada por la gran diferencia obtenida?
Tuvimos la conocida suerte de campeón y también mentimos de lo lindo. Les reviré un envido con cuatro y se achicaron. Además su cultura no les permite hacer paquete, o sea que estaban servidos en bandeja. Para ser claros, se lo dejamos como el sol de su bandera.

¿Y el partido contra los locales?
Raro. Nunca había visto jugar al truco de turbante. En la liga no es así, además somos casi todos extranjeros. Me parece que no se entendían todas las señas, pero tá. Encima el brasileño nacionalizado se iba de boca a cada rato. Lo que sí, ver al otro con la cimitarra al cinto asustaba un poco.

¿Un momento especial que recuerde del torneo?
Cuando me dieron la llave del Rolls Royce.

¿Algún otro?
Cuando abrí la puerta y vi que adentro había una odalisca en edad de merecer.

Ahora a disfrutar del triunfo.
Sí. Voy a pasar unas merecidas vacaciones con mi familia y después vuelvo acá, donde tengo que defender al título obtenido el año pasado con el Oasis Truco's Team.

¿Algún saludo que quiera dejar?
Sí. En primer lugar a mi familia y a los amigos. Luego a la clase política uruguaya, mi fuente de inspiración.

¿Recuerda su primer mazo de cartas?
Sí. Me vinieron en la bolsa de sorpresitas del cumpleaños de una compañera de jardinera. Tendría 4 ó 5 años. Eran de esas chiquitas. Tamaño mini. Las llevaba a la escuela en el bolsillo y practicaba hacer paquetes. En el recreo siempre jugaba con alguno por la merienda. Me la rebuscaba, digamos. Comía variado. Lo que hoy se dice una dieta equilibrada.

¿Un consejo que recuerde de su infancia?
Mi vieja siempre me decía: "Así no vas a llegar a nada, mi pastorcito". Sin embargo mirá lo que son las cosas. El gil del pastorcito mentiroso: en Rolls Royce y con odalisca.

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