jueves, 22 de abril de 2010

Cayó un ovni

Cayó un ovni en el fondo de casa. Yo lo miro por la ventana. No me animo a acercarme. Por ahora lo que sé es que los extraterrestres son chiquitos, porque su nave voladora tiene el tamaño de una pelota de rugby. Incluso tiene la misma forma y el mismo color. Para mi sorpresa este ovni no es como siempre me los había imaginado, con lucecitas de colores por todos lados. Se ve que no las necesitan. Tal vez no tengan ojos como nosotros y por eso no precisen la luz, al menos para ver, aunque sí la pueden necesitar por el calor, o por algún tipo de fotosíntesis que pueden hacer los extraterrestres, de quien por ahora no sé mucho, pero tal vez sean verdes como las plantas. Ni siquiera sé bien de qué materia están hechos. No sólo porque todavía no los he visto, sino porque su aparato volador con pinta de pelota de rugby no tiene ninguna puerta visible, lo que me hace pensar que en una de esas los extraterrestres son intangibles, hechos de humo, ergo seguidores de la murga Falta y Resto. Aunque otra posibilidad es que como son más inteligentes que nosotros -lo confirma que ellos vinieron a visitarnos y no a la inversa- los pequeños alienígenas capaz que se teletransportan y por eso su nave no tiene puerta. Entonces si se teletransportan pueden estar atrás vichando lo que escribo de ell... os... No, no están. Aunque si son humo... capaz que ese incienso... Creo que no. Salvo que se dejen vender en la feria del barrio a diez pesos la cajita. Mmmmmmm... No la veo. Como mucho los de pachuli. El resto no. Más bien creo que siguen ahí adentro de su platillo volador, que no es platillo técnicamente hablando porque no tiene forma de platillo... ¿Lo de platillo viene de plato, platito, platillo o es por los platillos de la batería instrumento musical no culinario y o u gastronómico? Mmmmm. Como sea, su platillo volador no es platillo, mientras que lo de volador es irrefutable porque llegaron al fondo de casa vía aérea no lactea. Aunque la parte del amerizaje en pasto parecería que no la tienen muy ensayada, pues estacionaron prácticamente igual a como caería una pelota de rugby disparada por los gurises de la casa de al lado, que cada tanto lanzan algo contundente por arriba del pequeño muro lindero. Ahora que pienso podría decirse que los muy inteligentes seres interplanetarios vinieron despistando, al punto que imitaron a la perfección con su nave la caída de una pelota de rugby tal cual la tira de vez en cuando el más chico de los hijos del vecino. Visto así, fue un aterrizaje perfecto. Igualito al balón que querían emular. Además la nave que se hicieron es en apariencia tal cual una pelota de rugby, así que cualquiera que no sepa que es un ovni se piensa que es una pelota. Ingenuos terrícolas. Creen que es un entretenimiento infantil llamado pelota y ahí adentro seguro que tienen todo tecnología de punta y ahora están estudiando nuestro planeta y viendo si vale la pena decirle a sus pares que vengan a conocer este humilde rinconcito del Universo llamado Tierra. Algo estarán tramando adentro de su nave los muy muy. Los tan tan. Los chin chin. Los van van. Los can can. Los fun fun. Los zum zum. Tecnología del carajo imitando una pelota de rugby. Impresionante. Por algo son más vivos que nosotros. Si hasta el niño del vecino se confunde. Hay que verlo, saltando el murito a buscar lo que él piensa que es una pelota, pero no, es un sofisticado ovni camuflado. Aunque... Claro... ¿Cómo no se me ocurrió antes? Si no es un ovni puede ser una mina antipersonal, que a veces los hijos de la madre que las inventan las hacen con formas de juguetes para que la agarren guachos desprevenidos como los hijos del vecino. Sí... Mejor ni me acerco. ¿Con quienes estaremos en guerra? ¿Qué le hice al vecino para que me tire una mina al fondo de casa? ¡Guampudo! Ojalá sea un ovni, así me alío con ellos, y ahí se va a enterar el hijo de perra de allende el murito. ¡Y el gurí que se cree que es una pelota de rugby! ¡Qué vejiga, tiene a quien salir!

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