sábado, 28 de noviembre de 2009

Hasta luego

Este humilde escribiente, siguiendo los pasos voluntarios de Walt Disney y los involuntarios de Fry, el personaje central de Futurama (una serie que al igual que Max Headroom fue injustamente ignorada) declaro, que en virtud de mi incapacidad de seguir viendo lo que hay que ver, he decidido contratar el servicio de criogénesis que encontré entre los spams de mi casilla de correo electrónico la semana pasada. Siempre reviso el spam; nunca se sabe. Entre tanta basura algo siempre se rescata. Cuando no es un curso a distancia, es una pastilla de viagra o un ofrecimiento de compra de órganos. De hecho gracias al spam logré el canje. Doy un riñón, el ojo izquierdo, dono un poco de semen, dos litritos de sangre y me criogenizan gratis. Recomiendo revisar el spam de vez en cuando. Es como una feria de Piedras Blancas electrónica. También por el spam conseguí novia. Una rusa rubia y delgada que cuando se apersonó en casa después de girarle 4.000 dólares para el pasaje resultó ser un viejo chino descarnado con pasaporte falso y problemas de próstata.
Yendo ahora al motivo de esta decisión, si es que hace falta, todo parte de una realidad incuestionable. Sabemos que tenemos esta vida. Si hay alguna otra, está en veremos. Y por lo pronto, para ver lo que hay que ver, mejor espero un cacho que apuro no hay ninguno. ¿Qué necesidad de soportar el nivel ramplón de la campaña electoral, del fútbol uruguayo, de la televisión abierta y del chusmerío barato? ¿Para qué tener que sufrir el agujero de la capa de ozono justo nosotros? ¿Por qué es prácticamente imposible ir por la vida sin conocer a Wanda Nara y tanta otra figurita al santo pedo que anda suelta? ¿En dónde está escrito que hay que soportar a Flores Silva saliendo al ruedo a decir boludeces o a García Pintos con su eterna cantarola?
Debería ser tarambana mucho para desaprovechar el canje que me ofrecer para criogenizarme. Luego de la era del hielo particular puedo sacarme un millón de dudas que me acosan. Por ejemplo saber si era para tanto el tema del cambio climático, si con la subida del nivel del mar nos quedamos sin Cabo Polonio, si se legaliza la maría, si Tabaré se presenta a la reelección, si algún día le ponen otro nombre a 18 de Julio, si finalmente existe un estado palestino, si se confirma que tomar vino y comer sandía es mala junta, si Peñarol vuelve a salir campeón uruguayo o termina en la B enfrentando a Boston River y Coraceros. Otrosí, por no hablar de la posibilidad de hacer turismo interplanetario o pasarse un fin de semana acampando en un cráter lunar.
Aunque, aunque, aunque, aunque... También existe otra posibilidad: criogenizarse por períodos. O sea de a ratos. Que me descongelen de tanto en tanto a principios de diciembre, cuando empieza a sentirse el olorcito a fin de año, para aprovechar los días lindos del verano, ver un poco de carnaval y disfrutar hasta que termine la Semana de Turismo. O cuando se haga en Uruguay el mundial del 2030. O cuando la IASA esté por coronarse campeón de algo, que si el planeta dura bastante algún día quién te dice. O cuando vengan los marcianos, que esa no quiero perdérmela. Por favor. En serio lo digo. Si llegan los marcianos, descongélenme.
En fin, hombres y mujeres del futuro. Ustedes vean. Prendan la estufa un día que prometa y haya solcito, pero teniendo en cuenta todo lo antedicho. ¿Entiénden lo que les digo, no? ¿Ya se impuso el spanglish o el new esperanto?
Chaucito, hombres y mujeres del presente. Disfruten la estadía. Dejen escrito por algún lado si le ganamos el repechaje a Costa Rica, que me tiene angustiado. Parece mentira. Yo no sé cómo salieron; ustedes sí. Saludos a todos los que me conocen. Y muchas gracias a los profesores que cedieron las horas.

D.S.R.G.
Montevideo, 14 de noviembre de 2009.

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