martes, 16 de marzo de 2010

Caperucita Roja intergaláctica

En los últimos años la ciencia ha evolucionado mucho. Hace tiempo que el hombre llegó a la Luna y ahora se aventura más allá del Sistema Solar, investigando planetas y piedritas que están por ahí dando vueltas en el espacio sideral. Incluso estamos buscando entrar en contacto con algún otro planeta habitado que haya en los confines del universo. No solo hay alguna que otra nave boyando por ahí arriba, sino que a diario enviamos señales concretas para ver si alguien responde. Referido a esto hay un tema bastante interesante y poco conversado: ¿acaso estamos prontos y mentalizados para recibir una posible respuesta de alguna civilización que habite en otra galaxia?
¿Qué ocurrirá el día que llegue un mensaje de vida inteligente allende el sistema solar? Algún tipo de comunicación intergaláctica respondiendo cosas como, por poner un ejemplo: Sí, acá desde el planeta Mjirrxtprank, en la galaxia JDJ1035. Nosotros tenemos tres patas, ¿y ustedes? ¿Porqué no se teletransporta alguno y charlamos un poco? Andamos con ganas de aliarnos con algún otro planeta para invadir Scopigggroxtenñ porque a ellos les quedan como 500 litros de agua, ¿se apuntan? Incluso algo mucho más sencillo, como podría ser: ¿Dónde queda vuestro Sistema Solar?, así nos damos una vuelta para conocerlos. En son de paz, claro, faltaba más. O algo del estilo: Ya sabemos donde están. Quédense ahí y no rompan las pelotas. O por qué no un mensaje un tanto enigmático: ¿Ustedes fueron los que mandaron a Michael Jackson? ¿Dónde están exactamente ubicados? Solo por curiosidad.
Arribados a este punto tal vez valga preguntarnos si los terrícolas no estaremos cometiendo la ingenuidad de estar comportándonos como si fueramos una caperucita roja intergaláctica, que va con su canastito con cuatro datos biográficos caminando por ese bosque que es el universo todo, a merced de vaya a saberse qué lobos que anden por ahí buscando presas fáciles.
¿Y si mañana se aparecen los extraterrestres de un día para otro? ¿El lunes tempranito por ejemplo, a la hora del desayuno? Porque por ahora vamos muy ligeritos de cuerpo, pero cuando nos contacten capaz que nos vamos a ir de cuerpo literalmente. Pueden ser buenos, está claro, pero mejor vamos a pensar en lo que tenemos visto: un poco yin, un poco yang, a dios rogando y con el mazo dando. Y hablando del tema: ¡Se alquilan balcones en la Plaza de San Pedro para cuando el Papa salga a explicarle a sus fieles cómo se compagina la existencia de los hermanos interestelares con la historia de Adán y Eva! Aunque claro, seguramente la apuesta básica es esperar que sean menos vivos que nosotros, para que tengan, para que guarden y con el mazo dando.
Volviendo al comienzo. ¿Estamos listos para entrar en contacto con otras civilizaciones? ¿Valdrá la pena seguir mandando señales al espacio? ¿No estaremos siendo la comidilla de otros mundos mucho más desarrollados? ¿No deberíamos preparar algo al menos, para que no resulte muy improvisado cuando vengan las visitas? ¿Dónde los vamos a recibir? ¿En la ONU, en la FIFA o en el quincho de Rincón del Cerro? ¿Mujica se pondrá el traje? ¿Valdrá la pena que conozcan a Zulma Lobato? ¿Serán vegetarianos o estamos en el horno? ¡Ay Caperucita! ¿Por qué tienes esa pollerita tan corta? ¿A dónde vas con esa canastita llena de manzanas?

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