lunes, 8 de marzo de 2010

Creo que soy Dionisio Díaz

Hay veces en que a uno le sobra el tiempo. Es ahí donde juega su partido la publicidad machacante. Entonces uno arranca a probar un gusto de helado nuevo, bajar un disco de Internet que nunca va a escuchar o tirar la plata en lo primero que vea.
Mande "pasado" al 2222 seguido de su fecha de nacimiento y se sorprenderá sabiendo qué fue en su vida pasada. Algo así decía el anuncio televisivo. ¡Conocer una posible vida anterior! ¿A quién no le resulta intrigante? Más aún si se acerca fin de mes y hay saldo de sobra en el teléfono celular.
Al segundo de enviado el sms correspondiente, el teléfono celular hizo el ruidito que significa mensaje recibido. No era ninguna cita ni un trabajo nuevo. Era el pasado propio a 12 pesos. Según como se lo mire, una bicoca o un afane.
Como mucho tardó un segundo en llegar la respuesta. O sea que del otro lado ni siquiera había un astrólogo de dudosa capacitación tirando las cartas. Seguramente fuera un simple programa de computadora que en el mejor de los casos asignará una misma vida pasada común a cada persona nacida en determinada fecha. La otra posibilidad es que se maneje de forma aleatoria, dando por resultado que si uno reincide en tirar 12 pesos termine por descubrir que le birlaron unos mangos al ver que le llega un mensaje distinto.
Pero vayamos al grano. "En tu vida pasada moriste por amor o por defender tus afectos. Posiblemente fuiste mujer o moriste siendo muy pequenio, relacionada con profesiones como la adivinacion, granja, cria de animales, medicina, brujeria, nutricion, ensenianza, astrologia..." Stop en la lectura. Más una aclaración: todo sic. Sin eñes ni tildes.
¿Quién fui? Porque está en la tapa del libro que hay que ser alguien conocido no un pelagatos cualquiera. Uno siempre piensa que fue Napoleón, Galileo Galilei o el Manco Castro al menos. Algo que compense la actual vida de pelagatos.
Con los datos aportados, la primera posibilidad es haber sido Dionisio Díaz. Nena no, así que varoncito. Morí pequeño por defender mis afectos. Está clarísimo. Llegué moribundo al pueblo El Oro una fría mañana de 1929 llevando en brazos a mi hermanita bebé para luego espichar a la brevedad. No está mal. Héroe total. Al menos una escuela tiene mi nombre e hicieron alguna película con mi historia. Además entre toda la data que tira el sms habla de granja y cría de animales. Más claro imposible.
Pero como igualmente queda la duda, hay que considerar la posibilidad de haber sido una mujer muerta por amor o por defender sus afectos... Mmm... A ver... Juana de Arco creo que no. Eva supongo que tampoco. Evita menos. Evo todavía vive, así otro nones. Marie Curie ni idea. Bernardina Fragoso de Rivera espero que no. Julia la de Verano Azul tampoco porque está viva y los personajes de ficción por ahora no corren.
¿Seré Dionisio entonces? ¿El pequeño niño héroe del pueblo El Oro? Porque además está el tema del presente y un asuntito del cual tengo que hacerme cargo. "Tu karma para esta vida seran los hijos, mantener unida a la familia, entender y poner los limites, conciliar con los demas", terminaba por decir el mensaje.
Una forma de aproximarse a la verdad era enviar otro mensaje para ver qué tan trucho era el sistema informático que me había desasnado sobre mi vida pasada. Porque siempre había pensado que vivía en los bosques de la Edad Media asaltando viajeros y ahora me encuentro con que soy Dionisio Díaz y tengo que mantener unida a la familia. Doce pesos. Doce putos pesos y confirmo quién soy. Entonces la gran duda. ¿Tiro más plata o no? ¿Les regalo unas monedas más a algo que parece una burda chantada? Porque con esa plata podría sacar varias fotocopias de cédula, que nunca vienen mal. O adquirir un helado palito, que tampoco. ¿Me enfrento a mi pasado? ¿Tiro la plata?
¡Qué rico estaba el helado de durazno!

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