Montevideo (Agencia EFE)- El primer caso de microtimerfobia fue registrado días atrás por un
equipo profesional del Hospital de Clínicos de Montevideo. Esta nueva
enfermedad es causada por la dificultad
de la persona a poner siempre el mismo tiempo para calentar la comida en el
microondas. En casos graves como el estudiado puede provocar demencia.
Un hombre de 39 años fue diagnosticado a fines de la semana
pasada como el primer caso de microtimerfobia a nivel mundial. Si bien esta
patología ya había sido definida e identificada previamente por médicos
estadounidenses en la Universidad de Washington, todavía no se había presentado
ningún caso clínico concreto. Esto convierte al uruguayo Jorge Sambucetti en el
primer microtimerfóbico registrado de todo el planeta.
El caso fue presentado el pasado lunes en conferencia de
prensa por la doctora Luisa Malán, jefa del equipo profesional que realizó el
diagnóstico. “Básicamente su particular enfermedad es no poder utilizar números
redondos para seleccionar el tiempo de calentar un plato en el microondas,
hecho que se agudiza a medida que pasa el tiempo. Es como una tara de poner
números que terminen en cero”, explicó la doctora Malán a los medios presentes.
Ante la consulta de una periodista sobre los problemas que
causa la microtimerfobia, Malán explicó que “con el transcurso del tiempo esta
enfermedad se va agravando, por lo tanto genera consecutivamente estrés,
jaquecas, estreñimiento, insomnio, mal de Jackson y pensamientos suicidas.
Incluso puede causar demencia, como le ocurrió a nuestro querido Sambucetti”.
El problema de este mecánico tornero uruguayo comenzó pareciendo
un toque excéntrico en su conducta hace 7 años, pero desde entonces fue en
aumento, al punto que la semana pasada debió ser internado en un nosocomio
local. De hecho en agosto de 2009 su mujer lo abandonó, según le explicó
recientemente al equipo de la doctora Malán “porque está más loco que una
cabra... y eso que las cabras son locas...”.
Sambucetti no podía calentar algo en el horno microondas
utilizando un tiempo que terminara en cero ni uno de los tiempos preprogramados
de origen. Poco amigo de la rutina y de lo preestablecido, el mecánico tornero siempre
prefirió ser él quien seleccionaba el tiempo que iba a calentar su comida. Pero
terminó sucediendo que con el correr del tiempo los números que usaba se
comenzaron a repetir, por lo tanto fue buscando nuevas combinaciones y este
espiral lo llevó a la internación.
En un primer momento en lugar de poner 1 minuto ponía 59
segundos, o 1 minuto con 1 segundo, o incluso 61 segundos. Luego cambió a
valores cercanos, como ser 57, 58, 62 o 63 segundos. Después comenzó a usar números
algo obvios: sus preferidos (el 2 y el 7), su fecha de cumpleaños (16/06), el pin
de la tarjeta del cajero electrónico (0836), el número 13 porque decía que le
traía buena suerte, e incluso el número Pi (3,14).
Pero claro, las posibilidades se fueron agotando. La doctora
Malán citó algunos ejemplos de combinaciones que según contó el propio
Sambucetti llegó a utilizar: 94 por la lista de Pablo Millor, 6 por el número
de camiseta que usaba Darío Rodríguez en Sud América, 1487 por su número de
domicilio de la infancia, 9:58 por el récord mundial en 100 metros llanos, 1203
por la fecha patria de Isla Mauricio, 1970 por el año en que se inauguró el
Viaducto y 2856 por la combinación de letras en el celular.
La doctora Luisa Malán informó que el caso de Sambucetti lo
venían siguiendo hace meses, pero se agravó las últimas semanas cuando vieron
que el hombre tenía problemas de insomnio, autoflagelación (se azotaba la
espalda con una cadena de water), futbolitis aguda (escuchaba todo el día la
890 AM) y bobera generalizada (estaba preocupado por lo que le pudiera pasar a
Graciela Alfano).
Esto llevó al equipo profesional a decidir la internación de
Sambucetti, quien al momento de ser traslado al nosocomio estaba intentando
calentar una taza de café usando la Tabla de Logaritmos de Copetti.
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