martes, 14 de abril de 2009

Inspirate que se va el ómnibus

(Conversación entre yo y mi otro yo)

 

Yo- Había una vez…

Otro yo- No. Eso está muy trillado.

Y- ¿A qué hora sale de Tres Cruces?

O- A las seis y media.

Y- ¿De la mañana?

O- ¿Cuándo te levantaste a esa hora?

Y- Cierto.

O- ¿Qué hay para comer?

Y- ¡Yo que sé! No me desconcentres. No ves que pasan los días, las horas, no se me ocurre nada y en un rato se va el ómnibus.

O- Bueno, es que tengo hambre.

Y- Manejate, valor.

O- Esa frase es de una canción de Dani Umpi, no plagies que me dejás pegado.

Y- Es una frase hecha.

O- Por Dani Umpi.

Y- Como quieras. Callate que tengo que concentrarme.

O- Yo: yo voy a picar algo y a comprar bronceador que nos falta. Nos encontramos en la Terminal media hora antes. Los pasajes los llevo yo, así que manejate.

Y- Valor, diría Umpiérrez.

O- ¿Cuántos caracteres iremos?

Y- Aramos dijo el mosquito.

O- 845 hasta que caíste en la frase hecha del mosquito. Contando el título.

Y- ¡Que poquito!

O- ¡Vó!… ¿y aquella idea de hacer algo sobre el relleno de los panchos?

Y- Se me había ocurrido que podríamos hacerlo un poco más abarcativo.

O- Abarcador.

Y- Gracias. Más abarcador.

O- ¿Incluir el pan y la mostaza?

Y- Ahí estamos… cómo se ve que me conocés.

O- Hablando de mostaza, ¿todavía queda algo de aquella que nos choreamos en La Pasiva?

Y- El frasco amarillo.

O- Estaba potente, eh. Vamos a tener que ir a pedir otro vaso de agua una tarde de éstas.

Y- No me distraigas más que estoy esperando la inspiración como agua de verano.

O- Ese es el problema. Que la esperas como agua de verano. Te conozco mascarita y entre fantasmas no nos vamos a sacar las sábanas. Esperala como cerveza fría de tarde acalorada y vas a ver que te llega.

Y- El roto hablando del descocido.

O-. Y dale con las frases hechas. Con esa llegaste a 1.702.

Y- A cada chancho…

O- … cuchillo de palo.

Y- 1801. Casi redondito.

O- ¿Quién va a contar, vos o yo? Vos preocupate por pensar algo potable que después la gente se queja y con razón.

Y- Corazoooon bonitooo, corazoooon salvaje, deja de pensar, vamos… no se qué cuanto…

O- Ya te veo. Estás con tutti. Concentrate, vejiga.

Y- Es que vos me distraés con tus numeritos.

O- ¡Es que vos me distraés con tus numeritos!

Y- Bueno. Listo. A callar. Voy a hacer eso del relleno de los panchos. Sobre la leyenda urbana y rural que dice que están hechos con carne de caballo, perro, gato, rata y paloma. 

O- No en vano los principales importadores de panchos orientales son los chinos.

Y- Eso dicen.

O- Si querés te paso una receta casera. Anotá. Se agarran todos los guantes de goma viejos y en desuso que haya en la casa. Te paso las proporciones para hacer dos quilos de panchos caseros. Necesitás tres cuartos quilos de carne de caballo, medio de perro, medio de gato y 100 ó 150 gramos de rata y de paloma. Eso lo macerás y lo dejás reposar toda la noche. A la mañana siguiente le agregás algún condimento. Sal, por supuesto. Después lo que quieras. Pimienta. Curry. Azafrán. Canela y su barakutanga. En la variedad está el gusto.

Y- 2.972.

O- ¡Te gustó lo de los números!

Y- 3.012.

O- ¡Qué lo parió, estamos ahí! Si querés andá a terminar el bolso que yo me quedo pasando la receta y liquidamos. Así nos da tiempo de comprar el bronceador y comer unas húngaras en algún carrito.

Y- ¡Húngaras, eso sí que es sano!

O- Bueno, no me saqués de tema. Estábamos que la mañana siguiente se lo condimenta y se le pone un vaso de agua y una cucharada de novopren para que pegue en el doble sentido de la palabra. Eso le va a dar consistencia al pancho. El novopren es lo que le da esa capa más gruesita afuera, sino sería como la leonesa, de quien nos podemos ocupar otro día. Pero prosigo. A media tarde, como para cortar un poco lo que estás escribiendo en la computadora, agarrás y empezás a rellenar los dedos sanos de los guantes de plástico y los cerrás con un nudito, así les queda la forma. Los dejás que se enfríen un poco y al rato los metés en la heladera para que agarren consistencia con el frío de la misma. Y listo. Los podés comer al otro día, pero lo recomendable es dejarlos una semanita al menos. No mucho más, porque nunca sabés si la paloma o el gato no tenían algún germen raro.

Y- Ya los puse en la heladera.

O- ¿La mochila?

Y- Hecha también.

O- Ese es mi pollo.

Y- ¡Hablando de pollos…!

O- 4.232.

Y- Ehhhhhhhhhh. Ya nos fuimos al carajo.

O- Arrancandonga entonces. Apagá la máquina y vamos.

Y- Saludá al dibujante de mi parte.

O- Dibujante: le manda saludos su parte.

Y- No te metas con el muchacho… Si después no aguantás nada.

O- Habló Mike Tyson.

Y- 4.488.

O- ¿Con o sin?

Y- Con espacios.

O- Sí, sí. Ya está. Nos fuimos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario