miércoles, 15 de abril de 2009

A saltos de campeón

Sigue dando campeones el deporte uruguayo. Esta vez en una nueva disciplina. Pedro “Picapiedra” González es el primer campeón mundial de little toad*, título obtenido en el reciente torneo organizado en Qatar del 25 al 27 de febrero. Con él conversamos sobre el trofeo logrado, su futuro y esta novel disciplina deportiva.

¿Desde cuándo el sapito -internacionalmente conocido como little toad-, es un deporte?
Muchas culturas practicaban el hacer rebotar piedras pequeñas sobre el agua. Los griegos por ejemplo, los cátaros, los zulúes, los pastunes. Para los esquimales era una forma de acercarse a dios. En nuestro continente se encontraron rastros de este hábito entre los araucanos, los primitivos habitantes de las riberas del lago Titicaca y los charrúas en el río Negro, para citar lo más cercano. Eso se fue trasmitiendo de generación en generación hasta nuestros días.

¿Cuáles son las potencias mundiales?
A nivel regional lo más fuerte está en el norte de Chile, donde viven descendientes de bolivianos del Titicaca que se quedaron ahí como mano de obra semiesclava después de la guerra en que perdieron la salida al mar. A nivel mundial el little toad está muy desarrollado en Asia y la Turquía europea. Hoy los principales torneos se dan en los países árabes. Los petrodólares son como imanes para los sapiteros de élite.

¿Cómo te iniciaste en la práctica del little toad?
Desde niño siempre me gustó. Aprendí con mi abuelo Atanasio, en la laguna Merín. Cuando vine a Montevideo practicaba en la playa Ramírez, hasta ahora.

¿Cuándo te diste cuenta que tu hobby podía ser algo más que un simple entretenimiento?
Gracias a Google. Escribí “sapito” y me enteré que habría un campeonato mundial. Al instante decidí que iba a estar ahí.

¿Cómo te financiaste la ida a Qatar?
El fin justifica los medios. Vendía números truchos de la Rifa de Arquitectura y del Cottolengo Don Orione. También bonos de la policía. Si el vecino anda tacaño le amagás que vas a anotar la dirección y te compra.

¿Qué impresiones te dejó el primer mundial de sapito?
La principal impresión fue el sapitazo fallido de un australiano, que me significó tres puntos a la altura del tobillo. Pero no pasa nada, son tajos de oficio.

¿Hay doping en el little toad?
El pan con manteca y azúcar está considerado sustancia ilegal, pues te da extrema precisión de movimientos luego del tercer marsellés. También hay prácticas prohibidas, como carpir durante las 24 horas previas a una competencia.
¿Tiene jerga el sapito?
Claro. Hacer un “Graf Spee” es tirar la piedra y que se hunda sin que pique ni una vez. Si pica solo una vez es un “Chino Recoba”. Si pica 13 veces es “hacer yeta”.

¿Cuál es el récord mundial?
Una vez hice “doble yeta” pero no lo admitieron alegando que tenía mucho viento a favor. El récord lo tiene el australiano, que hizo un “dos patitos”, o sea 22. El mundial lo gané con lo que acá llamamos un “TLD”. “Todos los departamentos”: 19 saltos.

¿Se puede vivir de este deporte?
En Uruguay no. Para eso debería emigrar. En los países árabes la liga es muy fuerte y se paga bien, pero ellos hacen sand little toad (sapito en la arena), así que debería adaptarme a esa nueva superficie.

¿Así que emigrarás para esa región?
Haré lo que me diga Paco. Él es mi representante.


*little toad: sapito.

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