domingo, 11 de octubre de 2009

Lavarropa da la vuelta al mundo

Kabul (Agencia EFE)- Se confirmó ayer viernes que un lavarropa afgano se ha constituido en el primero de su tipo en dar una vuelta completa al planeta Tierra. El aparato, de procedencia hindú, había desaparecido de su hogar en abril de 2002, en la ciudad de Kandahar, hace aproximadamente 7 años y 5 meses. Su propietario se mostró sorprendido y feliz por el regreso, pues esto le permitirá gastar en la educación de su pequeño hijo el dinero que venía ahorrando para comprar otra lavarropa.

A comienzos de abril de 2002 el afgano Obaidullah Amiri, trabajador de la industria textil, decidió cambiar la energía de su lavarropa hindú de marca Yangoi. Desde algunos meses antes el asiduo bombardeo de aviones estadounidenses a la ciudad solía dejar sin energía eléctrica al barrio donde Amiri vivía junto a su familia, lo que inutilizaba el lavarropa que con tanto sacrificio había comprado a mediados de 2001. Para solucionar este inconveniente Amiri, padre de ocho niñas y un varón, se las ingenió para sustituir la fuente de energía de su lavarropa. Fue así como logró colocarle al aparato una batería de automóvil, hecho que le posibilitó utilizar el electrodoméstico en cuestión sin ser afectado por los cortes eléctricos que producían los civilizadores ataques estadounidenses.
A su vez Amiri pensó que el importante peso de la batería, de casi 10 kilogramos, podría ser útil para inmovilizar al lavarropa, que mientras funcionaba enchufado a la corriente eléctrica solía pasearse por el baño de la vivienda para peligro de sus hijas más chicas, que siempre defecaban con temor a que el aparato las apretujara contra la pared. Sin embargo lo ideado por Amiri no ocurrió, al punto que a los pocos días se encontró con la ingrata sorpresa de ver que el lavarropa no estaba.
Como siempre suele ocurrir en estos casos, el hombre atinó a pensar que había sido víctima de un robo, pero pronto se dio cuenta que no fue así. Según testimonios de tres de sus hijas y varios vecinos, aquella mañana de abril, mientras los padres de la familia estaban ausentes del hogar, el lavarropa fue visto atravesar la calle y adentrarse en un peligroso barrio contiguo mientras procedía a un centrifugado rápido con media carga.
A pesar de que Amiri cogió su AK47 y se adentró en el barrio vecino en búsqueda de tan caro electrodoméstico -recordemos que tenía nueve hijos- no logró dar con su paradero. Los testimonios que pudo recoger fue que efectivamente el lavarropa había transitado la zona dirigiéndose luego hacia las regiones montañosas controladas por los talibán, por lo cual Amiri optó por finalizar su búsqueda y regresar a casa con unos kilogramos de opio para vender al menudeo, previo corte, claro.
Desde entonces Amiri estuvo 89 meses ahorrando para adquirir un lavarropa usado del año 1993, para lo que había logrado reunir 27,30 dólares estadounidenses. Pero su sorpresa fue mayúscula el pasado miércoles, cuando un ruido familiar comenzó a taladrarle los oídos. Llamado a gritos por su pequeño hijo Hamid, que estaba cosiendo orgullosamente unas pelotas ha ser usadas durante el próximo mundial de fútbol, Amiri se asomó a la puerta y pudo reconocer al lavarropa que regresaba desde dirección este-noreste levantando polvareda y aplausos entre los vecinos que lo reconocían a su paso.
Una vez dentro del hogar, luego que terminó el centrifugado, Obaidullah Amiri pudo comprobar mediante algunos matasellos, pegotines, firmas y escrituras soeces, que su recuperado lavarropa había completado una vuelta al mundo, pues contenía registros de haber transitado por 73 países de los cinco continentes.
Obaidulahh celebró la reaparición con una bacanal en la que gastó la mitad del dinero ahorrado para la ahora innecesaria futura lavarropa. El dinero sobrante, según explicó, será destinado para la educación del pequeño Hamid, no así de sus hermanas pues estas no concurren a la escuela.

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