sábado, 12 de diciembre de 2009

Instrucciones para hacer un judas

1- Sea niño y/o niña. En caso de no serlo, vístase de la forma más similar posible. Si es bajito y menudo, tanto mejor. Cuanto más barba, menos recaudación. Está en la tapa del libro.
2- Tenga manos, de ser posible dos. Esto le facilitará el armado del muñeco en cuestión.
3- Disponga de información confiable sobre esta vieja tradición. Es fundamental que sepa de qué se trata esto, cosa que también redudará en más dinero. Si no es así, busque algo para leer al respecto en Internet. Para eso debe escribir la palabra Judas en su buscador de preferencia.
4- Una vez que tenga claro de qué se trata esto puede hacer dos cosas: seguir leyendo o empezar sin más a hacer el macaquito que hoy nos convoca.
5- Veo que continúa leyendo. Parece joda. Seguramente tenga educación primaria completa.
6- Si siguió atentamente estas instrucciones, se deduce que ya sabe lo que es un Judas. O sea que no vamos a perder el tiempo explicando su función básica: mantener ocupado al niño durante las horas que hasta días atrás éste transcurría en la escuela. Esto no significa que se deba descuidar su cuidado, pues suele ser con el dinero obtenido en este menester que los infantes adquieren sus primeros cigarrillos sueltos o tabaco si la recaudación es escasa.
7- Lindo número el siete. Aunque más lindo es el seis, que es el que usaba Paolo Montero en una época. El siete es buena liga para acompañar una pieza. En eso no hay otro igual. Estamos hablando de turco, of course.
8- El ocho. ¡Qué pista linda que era! Quedaba al lado de la rueda gigante del Parque Rodó. Medio chica, pero simpática.
9- Busque los materiales necesarios para hacer el Judas en cuestión. A saber: ropa vieja, papel, aserrín, hilo y demás cosas que ya sabe o leyó en su consulta en Internet.
10- Haga el macaco de una vez. Para esto debe tomar un viejo pantalón, un par de medias, un buzo de manga larga y coserlo todo muy bien, de manera que lo que meta por la abertura del cuello no se salga por otro lado. Preste especial atención a las mangas del buzo. Ahí puede hacerle una terminación que imite sus propias manos u otras que conozca.
11- Cuando esté seguro que el Judas no perderá contenido por ningún lado empiece a rellenarlo por el cuello con aserrín, papel, pinocha y demás materiales similares. Una vez lo tenga con un índice de masa corporal aceptable añádale mediante costura una cabeza hecha con un pedazo de sábana rota rellenada previamente para la ocasión. Si quiere métale alguna bomba de antemano, aunque lo que se supone es que esto lo hará luego de obtener el dinero necesario mediante la implementación de la tradicional frase ¿una monedita para el Judas?
12- La cabeza es fundamental. Puede hacerle un rostro anónimo o uno conocido. De esta decisión depende buena parte del efectivo que recaudará a lo largo del mes. Las que rinden bastante son las cabezas políticas. Este año pueden funcionar bien los modelos Cuqui y Sanguijuela. Tampoco son para descartar las caritas del Sordo González, Daisy Tourné, Julio Ribas o Cacho Bochinche. El ingenio paga, téngalo en cuenta.
13- Yeta. Mejor nos salteamos el punto.
14- El borracho.
15- La niña bonita.
16- Ni idea.
17- Ya está. Si cosió bien la cabeza y las demás partes el Judas está terminado. Deje de leer y vaya a facturar, usted si es niño o sus hijos en caso de ser adulto. Si tiene un par de vástagos es altamente recomendable hacer dos Judas y poner una criatura risueña en cada esquina. Si tiene cuatro hijos mucho mejor: puede acaparar las cuatro esquinas de la cuadra, lo cuál es buena cosa. Si tiene cinco hijos puede cubrir más horario con turnos rotativos. Si tiene seis hijos o más tal vez sea del Opus Dei. Si tiene siete y son bajitos pregúntesle por Blancanieves.
18- Suertempila. Buena recaudación. Después no se ponga machete con las bombas brasileras que las pagamos entre todos.
19- Dirían los yanquis, the end.

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