sábado, 20 de junio de 2009

Equis equis y equis y

-Voy a mandar un fax y vengo.
-Alex, no te hagas el péndex y hablá bien. Con razón tu ex te dejó por el gordo Félix.
-Es que él tenía un Rolex de oro y estaba en el negocio de Focoex, por lo cual le había prometido una casa en Guadix, con mucho decorado en ónix y sílex. Yo por entonces manejaba una fotocopiadora Xerox ubicada en la esquina de una peluquería unisex llamada Grand Prix, conocida posteriormente por el uso de Piojidex en mal estado.
-La comparación era odiosa para vos, trolex.
-Pasame el Lynx.
-¿También te vas a duchar?
-No. Es que se terminó el perfume de baño y como el dúplex este no es muy grande tampoco quiero estropear el clímax generado con una descarga de ántrax versión criolla.
-Esto es un tríplex. Además te aclaro que ya se terminó el relax. Es vox pópuli que sos casi tan fino como Obelix.
- El amo del can Idefix, gran amigo de Asterix y los demás galos. ¡A mi me gustás vos como a él el jabalí y la poción mágica del druida Panoramix!
-¡Qué piropo!
-No te quejes que aún conservo mi sex appeal de los tiempos en que me dedicaba al box y te impacté con mi bonito tórax. Todavía te acordarás de aquella noche que en la previa te llevé al cine Rex a ver un film del villano Lex Luthor y terminamos bailando fox trot en tu casa. No en vano tenés los durex corrugados esperando y encendiste el tubolux de baja intensidad.
-Por mí subite a tu vieja bici bmx y salí a pasear con Max, tu querido fox terrier. También podés ir a sacar fotos con tu cámara réflex, ponerte a mirar por Fox Sports un partido del Ayax o un devedé de Archivos X.
-La cámara es Lumix, te corrigo.
-Mejor me tomo un Plidex.
-Vos esperame que voy a manchar la porcelana y vengo. Servite un mix del vino lija ese, que está medio chuminguex, cortado con Nix en el vaso durax, pirex o lo que sea y sacá de la cartera eso que compraste en el sex shop.
-Justo lo que estaba pensando.
-Mirá que te voy a hacer ver Acrux, Bcrux, Betelgeuse y unas cuantas estrellas más. Vas a pensar que medio Bronx pasó a visitarte, seguido de una tribu sioux y una parte de los habitantes de la extinta Benelux.
-¡Ox! ¡Ox!
-¿Y eso?
-Es una interjección usada para espantar aves domésticas, ¿nunca la sentiste?
-Una vez.
-Muy listo.
-Voy a despedirme de un amigo del interior y vengo raudamente a coxcox.
-¿Y eso?
-Es una forma antigua de referirse al andar saltando en una pata, ¿nunca lo sentiste?
-Hasta ahora no.
-Dame un, dos, tres minutos, mi picadora Moulinex, que enseguida estoy contigo.
-Me das ganas de ponerme a aprender cómo usar Linux, mirá lo que te digo.
-Casi te creo.
-Cuando vuelvas voy a estar viendo algo en la Panavox blanco y negro.
-Te va a temblar del cóccix hasta el mesotórax, por lo menos.
-Sí, Obelix.
-¡Cómo te conozco! Cuando regrese estarás con el látex al alcance de la mano. Me vas a mostrar el pólex acompañado de una sonrisa y listo.
-Mirá que sos antiguo, hace mucho que no se le dice pólex al dedo pulgar.
-No se hable más. Voy a liberar a Willy y enseguida estoy contigo.
-¡Ox! ¡Ox!
-¡Así te quiero!

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