lunes, 27 de julio de 2009

Si me roban y ando calzado

Es importante decir que ante un hecho delictivo no es lo mismo andar calzado a no estarlo. Es importante, pero también lo son otros factores. Por ejemplo, si viene un malviviente y le quita a uno la billetera amenazándolo con un tramontina* para luego darse raudo a la fuga, no solo es transcendente el hecho de estar calzado o no, sino que es fundamental considerar el sitio donde ocurre el hecho, el momento del día y con qué está cada uno calzado, tanto el delincuente como el perjudicado.
Expliquemos. Estar calzado no es decisivo si hay condiciones que minimizan eso. Consideremos en primer lugar el lugar. Si a uno lo roban en la calle y está calzado no hay problema, pero si está descalzo sí. Correr a un chorro descalzo puede suponer pisar los vidrios de alguna botella de cerveza rota en la calle por algún adolescente alcoholizado la noche anterior (aunque con el calorcito se toma bastante sidra en botella de plástico). Si uno no está calzado en la calle la situación puede ser más grave aún: si es de noche en la corrida pro chorro uno no ve lo que pisa, por lo cual puede que los dedos de una extremidad inferior se encuentren con la fea sorpresa de aplastar caquita de perro recién expelida, que a su vez es riesgo de resbalón, caída y posterior rotura de huesos o cuando menos un golpe injustificado en su afán de hacer justicia. Pero si uno anda descalzo y es de día tampoco es bueno, porque en esta época del año el negro asfalto está caliente y eso es contraproducente para correr por él. Ir por las líneas blancas es bastante complicado –además de que el recorrido se hace más largo- y las veredas son un penal, porque entre viejas, raíces de árboles y baldosas que faltan, es una carrera con obstáculos.
En principio es mejor estar calzado, claro. Pero también depende de con qué. Si uno está de championes está bueno, ¿pero si anda de alpargatas o chancletas qué? Ahí es cuando mejor se aplica la frase “¡descalzate y correlo!” Frase linda si las hay; como “que te garúe finito” o “voy a manchar la porcelana”.
O sea, importa estar calzado pero más que nada estar calzado con el calzado apropiado para el sitio donde ocurre el hecho delictivo. Pero también hay ocasiones en que estar calzado es secundario o perjudicial. En la playa por ejemplo puede ser contraproducente. Ni hablar en el agua. Si a uno le roban la billetera mientras hace la plancha en la Ramírez (el tramontina** aguanta porque es de acero inoxidable, así que el delincuente mucho drama no se hace), andar calzado es una complicación. Los championes pesan –y al correr harán plif plif plif-, las chancletas se doblan y hacen fuerza contraria, las alpargatas se endurecen y quedan como una tabla, las patas de rana son inmanejables, los zapatos de taco se hunden en la arena mojada, etc, etc, etcétera.
En resumen, lo importante no es andar por la vida calzado. Si esto es lo que a uno le preocupa, debe ir a la playa, descalzarse y darse un chapuzón, que eso es vida. Y que por andar calzado se preocupe otro.

*tramontina: marca de cuchillo doméstico brasileña que se generalizó para denominar cualquier cuchillo doméstico; en especial los de mango de madera. Dada su sensiblemente baja calidad cuando está nuevo sirve para cortar una mayoría simple de alimentos, al año no puede cortar ni tomate y a los dos años se le dificulta hasta un huevo frito. A partir de ahí el único uso posible es cuando se hace dieta, para sustituir al pan en la función de empujar la comida o levantar el juguito de un churrasco.
**tramontina y no tramontana. ¡Qué mierda es el corrector de Word! Uno pone tramontina y corrige a tramontana una y otra vez, sin avisar siquiera. Decí que uno anda atento.

NT (Nota del Trufa): En la jerga popular “andar calzado” significa portar un arma de fuego. Un ejemplo de esta utilización: “ahora todos los almaceneros andan calzados”. Sin embargo, el uso que se le da en este texto es el del habla cotidiana, que significa tener los pies cubiertos por algún tipo de calzado. Un ejemplo ilustrativo: “antes todos los niños andaban calzados”.

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