miércoles, 8 de julio de 2009

Sugerencias para el Mausoleo

De la noche a la mañana los montevideanos nos desayunamos de una nueva intención presidencial. Ahora es intención de Vetoman que los restos de Artigas abandonen el Mausoleo, así que hay que encontrarle un nuevo uso a tal obra de los años de la última dictadura que ha sufrido hasta ahora el paisito.
La encuesta en la que se basó el presidente de la República para tomar tal posición hacen incuestionable la misma. El trabajo realizado por Equipos Trufi constaba de dos interrogantes y se realizó la tercera semana del mes de mayo. Allí se preguntaba cuántas veces el entrevistado había visitado el Mausoleo. El 88 por ciento dijo que una sola vez, el 7 por ciento respondió que dos y el restante 5 por ciento dijo que el voto era secreto.
Preguntados por el motivo de su última visita, el 93 por ciento dijo que fue obligado en un paseo de la escuela. Las restantes respuestas se dividieron más o menos en partes similares en diferentes contestaciones: "pensé que ahí se hacía el transbordo a la Ciudad Vieja", "pensé que era una casa de masajes", "vine a acompañar a un turista", "vine a acompañar a un familiar exiliado", y "quería confirmar si los blandengues pestañean".
Visto los guarismos registrados, es lógico que el mandatario de nombre indígena aproveche la oportunidad de pasar a la historia como el presidente que le dio un uso más masivo al recinto subartiguista. Así que a continuación, como aporte ciudadano, he aquí algunas ideas de qué se puede hacer con el Mausoleo en caso de que abandonen el lugar los restos del de nariz aguileña.
La primera opción es un lujo pipí cucú que nos podríamos dar como gran ciudad: poner unos coquetos gabinetes higiénicos con papel, jaboncitos, desodorizante, diarios y revistas para leer en el trono y conexión wifi. Todo gratis. Esto sin duda sería un éxito, visto la cantidad de gente que transita por ahí y no tiene un baño público al cual acudir. Además es una apuesta al turismo. Los visitantes de los cruceros -que llegan hasta ahí más o menos- se quedarían con una grata impresión de la calidad de vida de nuestra ciudad. Referido al turismo habría que atender la capacitación de los trabajadores del lugar y asegurarnos que estos dominen el portugués, el inglés y la pelota.
Tomando en cuenta el color amarronado y la visibilidad nula (con snorkel) que tiene el Río de la Plata, otra buena idea para el Mausoleo es llenarlo de agua, meterle unos cuantos corales, pececitos de colores, alguna estrella de mar, hipocampos, alguna planta, y abrir un centro de enseñanza de submarinismo tropical. Una linda atención sería darles pase libre a los turistas extra Mercosur y a los representantes de Botnia en el país.
Pero sin ninguna duda, puestos a considerar nuevos usos, hay que tomar muy en cuenta el que sin duda sería el más exitoso. Arrendar el Mausoleo a algún empresario de la noche para poner una discoteca con varias pistas y barras. Moderna, claro. Música electrónica, reggaeton y botellitas de agua. Un emprendimiento cuyo público podría estar conformado por visitantes de otras latitudes -y longitudes, porqué no- y oriundos de la tierra. Una mezcla de marineros, mochileros, multilocos, canosos de la tercera edad y algo de fauna local, que se las trae. Un estilo Ibiza pero un poco más prolijo.
Con visión de futuro, también se puede tapiar y conservar sin uso hasta que se construya en Montevideo un servicio de transporte subterráneo. Esa podría ser una buena estación de metro. Las escaleras son anchas y están coquetas. Solo falta el resto. Es meterle un poco de ganas y listo. Si se terminó la Torre Ejecutiva y se construyó la Gran Muralla China, está claro que no hay imposibles.
Y si no, se puede tirar encima algunas volquetas de escombros que anden en la vuelta y convertir el Mausoleo en un refugio antiaéreo. Cuando les ganemos a los brasileños, 2 a 1 y de atrás, la final del mundial 2014, lo vamos a necesitar.

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